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A España le queda grande el Mundial: tres victorias y sin pisar cuartos desde 2010

Daniel Núñez
Gavi disputa el balón contra Marruecos
Gavi disputa el balón contra MarruecosGLYN KIRK / AFP
La selección nacional, lejos de seguir un rumbo similar a la del campeonato disputado en Sudáfrica, ha cosechado un balance muy pobre en los últimos 11 partidos porque ha ganado tres, ha empatado cinco y ha perdido los tres restantes.

Que la época dorada de España quedó atrás hace ya bastantes años es una evidencia. Concretamente se puede establecer 2012, con la consecución de la última Eurocopa, como el gran punto de inflexión, el fin de un paréntesis espectacular que difícilmente se vaya a repetir. No será pronto desde luego, sobre todo después de lo visto en este campeonato del mundo.

El golpe de realidad fue muy duro en 2014, cuando la selección de Países Bajos pudo tomarse su revancha y se impuso por 1-5 en un debut para la historia negra de la Roja. Lo que vino después tampoco se mejoró demasiado, una derrota contra Chile (0-2) que confirmaba el fracaso de una selección relegada a un papel secundario después de alcanzar la gloria cuatro años antes. El triunfo ante Australia (0-3) resultó anecdótico.

En 2018, superado ya ese varapalo, el fichaje de Julen Lopetegui por el Real Madrid lo condicionó todo. Luis Rubiales tomó una drástica decisión y sentenció al técnico vasco, despedido en el conjunto blanco meses después. Fernando Hierro se hizo cargo de un equipo que superó la fase de grupos con más pena que gloria tras empatar frente a Portugal (3-3) y Marruecos (2-2) y vencer por la mínima a Irán. Ya en octavos de final, la Roja claudicó frente a Rusia, la anfitriona, en la tanda de penaltis (1-1).

La vida sigue igual en Oriente Medio

El saldo en Catar tampoco es nada positivo: el único triunfo contra Costa Rica, con una actuación sobresaliente de los españoles, contrasta con la impotencia vista en la derrota frente a Japón (2-1) y el empate contra Marruecos (0-0). El reparto de puntos entre España y Alemania, sin duda, se consideró un buen resultado para los de Luis Enrique por las circunstancias del grupo, sensaciones que se confirmaron tras la eliminación del combinado germano.

Esta dramática trayectoria provoca el siguiente balance después de 11 partidos disputados: tres victorias, cinco empates y tres derrotas. Lo más doloroso, claro, es no haber llegado a los cuartos de final en tres citas consecutivas, una dinámica que hubiese firmado Italia, ausente tanto en 2018 como en 2022, pero muy insuficiente para una selección con jugadores de primer nivel. La Azzurri no puede ser el consuelo.