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Abran paso al pentacampeón: Brasil baila a Corea del Sur y asusta pasando a cuartos (4-1)

Denis García
Los jugadores brasileños se gustaron y dieron un recital ante Corea del Sur.
Los jugadores brasileños se gustaron y dieron un recital ante Corea del Sur.AFP
Brasil se clasificó para los cuartos de final del Mundial de Catar gracias a un recital futbolístico de la Canarinha ante una impotente Corea del Sur que se vio totalmente superada ante la exhibición de los sudamericanos. Vinícius, Neymar, Richarlison y Paquetá dejaron el partido sentenciado en una mágica primera parte, aunque los Tigres de Asia pudieron anotar el gol del honor en la segunda gracias a un gran disparo de Seung-Ho Paik. De este modo, los de Tite se enfrentarán en cuartos de final a Croacia, que sufrió para vencer en los penaltis a otra selección asiática como Japón.

Jugad por Pelé”, le pedía la hinchada brasileña a su selección antes de que arrancara el duelo de octavos de final ante Corea del Sur en el Estadio 974 de Doha para regalarle un bonito homenaje a la mayor leyenda de la historia del país sudamericano (que ya es decir).

Dicho y hecho”, respondieron los integrantes de la Canarinha a tenor de lo vivido en el encuentro. El mejor regalo para Pelé era una gran victoria para dar un paso adelante en busca del ansiado hexacampeonato del mundo y eso fue justo lo que hicieron los chicos de Tite, dando una auténtica exhibición para avisar a sus adversarios de que van a tener que sudar sangre para poder derrotar a una selección que tiene el trofeo dorado más célebre entre ceja y ceja.

Edson Arantes do Nascimento, con problemas de salud que han asustado al mundo del fútbol en los últimos días por los que permanece ingresado en el Hospital Albert Einstein de São Paulo, quiso que sus compatriotas supieran que no se iba a perder el partido contra los asiáticos: “Veré el partido desde el hospital y estaré apoyando a cada uno de vosotros. ¡Buena suerte!", había publicado el astro del Santos en su cuenta de Twitter unas horas antes, y sus palabras lograron un efecto inmediato en los suyos, que mostraron su mejor cara.

A tenor de los tres partidos previos en Catar, parecía que Brasil tenía más de una marcha preparada en la caja de cambios para cuando fuera menester activarla. Las dos victorias ante Serbia y Suiza logradas de manera plácida y sobria, más la irrelevante derrota ante Camerún en la última jornada que no sirvió para que la Seleção dejara de ser primera de grupo, permitían entrever que algo escondían los de la camiseta amarilla, que abrieron el tarro de las esencias cuando llegó el momento: en la fase del todo o nada donde o ganas o te vas a casa.

Por su parte, Corea del Sur llegaba a Doha en una dinámica radicalmente opuesta, aunque con la moral por las nubes. La clasificación a última hora lograda por los Tigres de Asia gracias a un gol de Hwang Hee-Chan a pase de Son en el minuto 91 contra Portugal les había permitido plantarse en octavos por primera vez desde 2010, por lo que su motivación no podía ser mayor.

Fueron los seis minutos más largos de mi vida”, había afirmado Heung-Min Son en relación con el tiempo que tuvieron que esperar hasta que terminara el partido entre Uruguay y Ghana para conocer finalmente que estaban entre los 16 mejores combinados en Catar. Puede que, al acabar el choque ante Brasil, la cita tuviera que cambiar el seis por el 90 porque fue una pesadilla para los coreanos.

Estadísticas del Brasil-Corea del Sur
Estadísticas del Brasil-Corea del SurOpta by Stats Perform

Vendaval y magia de la Canarinha

Porque la Verdeamarela entró al terreno de juego con el firme propósito de finiquitar el pase a cuartos cuanto antes gracias a su patentado Jogo Bonito con paredes, verticalidad, regates imposibles, magia y, sobre todo, muchas sonrisas. La primera, la de Vinícius. No se llevaban ni 10 minutos jugados cuando el extremo madridista recibió un pase de Raphinha dentro del área. El Vinícius de hace unos años se habría acelerado, pero este es otro muy diferente. Con serenidad, controló el esférico y, con un sutil toque con el interior de su pie derecho, lo colocó al palo largo para que comenzara el baile y el homenaje a Pelé.

Porque la muralla de los Kim planteada por el seleccionador de Corea Paulo Bento (así se apellidaban los cuatro defensores y el portero), tuvo agujeros por todos lados y permitió que sus adversarios se plantaran en el área en todas las formas habidas y por haber. Antes del cuarto de hora, un inocente penalti sobre Richarlison de Woo-Young Jung permitió que Neymar, titular desde su lesión en el primer partido ante Serbia, demostrara su enorme calidad engañando al portero asiático para anotar uno de los penaltis lanzados con menos potencia de la historia de los Mundiales, en el que fue su séptimo tanto en su carrera mundialista.

Los Guerreros Taegeuk, impotentes aunque sin dejar de buscar el ataque ni encerrarse atrás, dejaron demasiados espacios para las contras sudamericanas, pero con eso permitieron a los brasileños gustarse y demostrar el fútbol de salón que les ha hecho ser la mejor selección de la historia. Da igual que sean jugadores atacantes o defensores, todos tienen un toque de brillo que no se suele ver en los futbolistas de otros países. De este modo, una preciosa triangulación entre Richarlison (que comenzó la jugada dando varios toques con la cabeza), Marquinhos y Thiago Silva acabó con el centrodelantero del Tottenham solo delante de Kim para marcar el tercero con una definición de crack. Hasta Tite se animó a bailar con sus chicos fruto del éxtasis que se estaba viviendo.

¿Alguien pidió más? Pues aún habría hueco para el cuarto. Otra contra de los de Tite acabó con Vinícius dentro del área por el flanco izquierdo. De nuevo, la calma imperó en su juego y, con un preciso centro bombeado, encontró a su excompañero en el Flamengo Lucas Paquetá, que remató colocadamente sin dejar caer el balón para sumarse al baile en el 974.

Estadísticas de Vinícius ante Corea del Sur
Estadísticas de Vinícius ante Corea del SurOpta by Stats Perform

Sonrisas por doquier, hasta para Corea al final

La Canarinha hizo lo que quiso durante todo el partido y, si el resultado no fue mucho más escandaloso, fue por la falta de precisión y ganas de masacrar a los coreanos en la segunda mitad. Como todo eran sonrisas, hasta dio un pequeño paso atrás para que también sonriera la afición asiática. Algo que consiguió Seung-Ho Paik a un cuarto de hora de finalizar el choque con un golazo desde fuera del área que perforó la portería de Allison.

No es habitual que a unos octavos de final de una Copa del Mundo les sobren 45 minutos, pero tampoco se suele ver una exhibición como la protagonizada por Brasil. Hasta Tite se permitió el lujo de dar entrada al tercer portero, Weverton, para que todos sus convocados pudieran contarles a sus nietos que participaron en, quién sabe, el sexto Mundial de la Seleção. 

Pudieron llegar más goles si los sudamericanos hubieran estado algo más acertados, en especial un Raphinha que intentó constantemente su gol sin éxito, pero el 4-1 final refleja suficientemente la superioridad de una de las máximas candidatas a triunfar en Catar. Para ello, antes tendrán que vérselas el próximo viernes en cuartos con Croacia, que tuvo unos octavos mucho más complicados ante otro combinado asiático como el japonés, al que tuvieron que derrotar en la tanda de penaltis. Si juega como ante Corea del Sur, a buen seguro que tanto Pelé como el resto de amantes del fútbol volverán a sonreír.

 

Jugador Flashscore del partido: Vinícius.

 

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