Albert Ramos se rehace contra Lorenzo Musetti y logra un triunfo de pura casta
Cuatro derrotas consecutivas no eran, desde luego, el mejor contexto para encarar un partido complicado contra el italiano Lorenzo Musetti, en una racha radicalmente opuesta porque afrontaba el encuentro frente al tenista español tras haber vencido en las últimas cuatro citas y, además, con un título bajo el brazo (el ATP 250 de Nápoles). Dos dinámicas que nada tenían que ver, un factor siempre importante en el deporte de élite pero en ningún caso decisivo.
El número 40 del ranking mundial empezó con el partido con el pie torcido y perdiendo el servicio, lo que le hizo estar en desventaja durante prácticamente todo el primer set. Hasta la tercera bola de break no consiguió Musetti -que sumó 12 aces durante el encuentro (frente a uno de su oponente)- apuntarse el 0-2, aunque sufrió de lo lindo para hacer bueno lo del segundo juego porque también Ramos tuvo tres oportunidades claras para devolverle la jugada. Finalmente, aunque con mucho suspense, se estableció el 0-3.
Fue clave lo que ocurrió unos minutos más tarde porque el de Barcelona estuvo muy cerca de reducir a solo un punto la distancia en esa manga. Pese a tener un 40-15 a su favor, Albert claudicó y empezó a decir adiós a cualquier posibilidad de imponer el 1-0 en el marcador. Salvo en el juego inaugural, el italiano tuvo que sufrir para ir encadenando alegrías, pero lo consiguió. De nuevo, rompió el servicio de su oponente y cerró en un contundente 1-6.
El segundo set estuvo especialmente igualado porque Ramos Viñolas ofreció un muy buen nivel cuando tuvo el saque a favor: en los tres primeros juegos, de hecho, dejó a cero a su rival. Tampoco le estaba costando demasiado a Musetti cuando tenía el servicio, aunque lo pasó algo peor para poner el 3-3 y claudicó en el momento decisivo, lo que le hizo estar contra las cuerdas (5-3). Obligado a reaccionar para evitar el empate, claudicó y se vio abocado a luchar por la victoria en el tercero y definitivo.
La hora de la verdad
Se había llevado un duro varapalo en esos primeros 35 minutos de encuentro, pero supo lavar la mente, olvidar ese número de encuentros consecutivos sin ganar y anteponerse al 6-1 inicial. Ya en el último, con 1-2 en contra, no pudo ser capaz de hacer bueno el saque y poner las tablas. Otra vez a remolque, tras rozar el 2-3 (gozó de dos bolas para romper el break), tuvo que lidiar con una diferencia de hasta tres juegos. Pese al resultado adverso, Albert Ramos, lejos de flagelarse, fue con todo a por el italiano.
Sudó la gota gorda para poner el 2-4 e incluso estuvo hasta dos veces a una sola acción de sufrir un 1-5 (casi) irreversible, pero tras mucho sufrimiento logró hacer los deberes. La sorpresa llegó en el siguiente, cuando Lorenzo perdió el servicio por segunda vez en todo el choque. Aún seguía por debajo en el marcador, pero ya eran muchas más las razones para confiar en la remontada, más si cabe desde que llegó la igualada en un juego relativamente sencillo.
Llegaba el momento de la verdad, con más presión para Musetti por la ventaja que había desaprovechado. Esos nervios pasaron factura a este último, que desaprovechó el saque y se vio por debajo en el marcador a un paso de certificar la derrota (5-4). Era la primera vez que el tenista catalán lograba ponerse por delante... y en qué momento. Sin posibilidad siquiera de rechistar, tras un 40-0, Albert selló un triunfo que lo empareja con Bublik en los octavos de final del ATP de Basilea.
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