Lo que parecía que iba a ser un fin de semana de celebraciones ha terminado convirtiéndose en un funeral para Fernando Alonso. En su Gran Premio número 350, récord de la historia de la Fórmula 1, partía desde la quinta posición tras una gran clasificación el sábado sobre mojado, pero en la vuelta 21 el motor del Alpine falló y el asturiano se vio obligado a retirarse por segunda carrera consecutiva cuando peleaba por la posición con Verstappen, a quien le estaba cerrando todos los huecos habidos y por haber.
Por este motivo, Alonso (41) se ha mostrado cansado y decepcionado con el rendimiento del coche de la escudería francesa: "Tenía un déficit de 50 puntos, así que ahora me faltan 58 o 60 puntos a lo largo de una temporada, que es algo inaceptable en mi coche. Si me pones 60 puntos más en la clasificación y se los reduces al resto, porque son puntos que dejan de sumar los demás, mi campeonato parecería mucho mejor incluso en comparación con Mercedes. Estoy orgulloso por el rendimiento, hoy otra vez estábamos luchando por un ser quintos o sextos, pero en la clasificación no se ven reflejadas esas prestaciones".
También se tuvo que retirar por el mismo motivo su compañero Esteban Ocon, aunque el español ha matizado que las circunstancias de uno y otro no eran las mismas: "Es verdad que en esta carrera se han parado los dos Alpine, pero uno estaba el 13º, que son cero puntos, así que no cambia mucho. Pero para mí me está cambiando casi todo".
Pese al mal trago en Singapur, el ovetense ha querido ser optimista y mirar al futuro en lugar de seguir lamentándose: "No hay tiempo para nada, eso es lo bueno. Tengo ganas de estar en el coche otra vez. Suzuka, además, es uno de mis circuitos favoritos y la afición japonesa también, así que no veo el momento de llegar a Japón. Voy a estar unos días descansando en Tokyo, que me encanta. Así que ya estoy con ganas".