Amrabat, el centrocampista rechazado por Holanda que despliega su brillo en Marruecos
Un león del atlas. Un líder. Un deportista que a través de la potencia física deslumbra, corta y limita el juego de los contrarios. Los elogios que endulzan el oído de Sofyan Amrabat son más que merecidas. Él, en parte, tiene una gran responsabilidad del inmenso logro de la selección marroquí, que enfrentará este miércoles a Francia.
Amrabat cumple con creces sus funciones. El centrocampista acata las órdenes de Walid Regragui. Es un soldado más, dispuesto a entregar el 120% y a tragarse el campo a base de fortaleza.
La historia de Amrabat inicia a más de 3100 kilómetros de Marruecos. Él nació en Huizen, un pequeño pueblo neerlandés cercano a Amsterdam. Desde una edad temprana mostró afinidad con el fútbol. Su familia está conformada por deportistas de alto rendimiento. Nordin, su hermano mayor, militó en equipos como el Málaga y el Leganés y en la actualidad se encuentra en el AEK de Atenas.
Como muchos jóvenes, Sofyan inició la formación como profesional en la cantera del Utrecht y, en el 2017, dio un salto gigante: firmó con el Feyenoord, uno de los equipos más relevantes en los Países Bajos.
En el Feyenoord conquistó tres títulos (Dos Supercopas y una Copa), disputó 31 partidos y anotó dos goles.Allí, además, participó por primera vez en la UEFA Champions League. Sus buenas actuaciones llamaron la atención del Brujas de Bélgica, que se hizo con sus servicios en el 2018.
Su talento empezó a dar frutos. En menos de un año, un plantel de la Serie A aceptó pagar una cláusula de más de 3 millones de euros y, en una operación sencilla, adquirió los derechos de Amrabat. El Hellas Verona realizó un esfuerzo importante para contratarle y, en 12 meses, 34 partidos y un gol, recuperó la inversión.
La Fiorentina concretó un traspaso de 18 millones por Amrabat. El modesto equipo de Verona encontró en el centrocampista un método de inversión y quedó más que sorprendido por la función del deportista. “Sofyan no descansa, juega hasta que no muera. Es la sorpresa más grande de mi vida”, dijo Juric, antiguo futbolista de la Fiore
En Florencia Amrabat desplegó su arte. En tres temporadas, se ha desempeñado como centrocampista defensivo y como mixto. Suma 78 encuentros y un gol. Sus números favorables le han hecho indispensable y, además, le impulsaron hacia la selección de mayores de Marruecos, el país de sus padres.
Trayectoria internacional
Amrabat empezó su carrera internacional con los Países Bajos. El talento causó intriga en las divisiones inferiores de la Orange, que, a pesar de las buenas sensaciones, no logró convencer.
Mientras que Holanda se decantó por no ficharle, Marruecos empezó un interesante proceso. La selección empezó a reclutar a jugadores no nacidos en el país que tuvieran ascendencia africana.
En Marruecos, Amrabat sí convenció. Se instaló como pivote defensivo y se transformó en uno de los líderes de la plantilla.
En Catar, Amrabat ha destrozado a los delanteros de Bélgica, Croacia, España y Portugal. ¿Logrará limitar la movilidad de la excelsa y elegante zona ofensiva de Francia?