Armand Duplantis, el éxito de un proyecto familiar
A nadie le sorprende ya que Duplantis bata el récord del mundo. Lo ha hecho ya nueve veces, ahora subiendo hasta 6,25 metros para colgarse su segundo oro olímpico, que nadie ponía en duda.
Ante todo, el fenómeno Duplantis es un proyecto familiar diseñado por un matrimonio de atletas.
El padre es Greg, que fue pertiguista en su día y llegó a tener una mejor marca personal de 5,80 metros. Se encarga sobre todo de pulir la técnica y de los aspectos más específicos de su prueba.
La madre de la familia, Helena, fue heptatleta y trabaja sobre todo con su hijo la preparación física.
"Cuando están en el estadio, hablo con ellos como entrenadores, no como padres", explica Duplantis sobre esa doble condición de sus progenitores, que por otra parte tiene precedentes numerosos en el mundo del atletismo.
Lo novedoso en el clan Duplantis es cómo han sabido encontrar la fórmula desde una colchoneta que pusieron en el jardín familiar en Lafayette (Louisiana), donde 'Mondo' aprendió el arte de la pértiga.
"Cuando tienen que vestirse con los hábitos de entrenadores, lo hacen. Pero cuando se trata de ver una película en familia, tienen una relación normal de padres e hijos, muy equilibrada, dinámica", explicó en su día a la AFP Brennan Robideaux, director de un documental sobre Duplantis, "Born To Fly" (Nacido para volar).
A Armand le ayudó a crecer el tener dos hermanos mayores, Andreas y Antoine, también deportistas.
Andreas llegó a representar a Suecia en atletismo en un Mundial júnior y Antoine destacó en el béisbol. La hermana pequeña, Johanna, también eligió el salto con pértiga, pero es Armand el que ha tenido de largo la carrera más exitosa.
Suecia y no EEUU
Armand Duplantis podría estar en estos Juegos Olímpicos con el maillot del 'Team USA'. Nació en 1999 en Louisiana y ha crecido allí. Aprendió sueco de niño gracias a los esfuerzos de su madre, procedente de ese país y que consiguió que sus hijos se sintieran también suecos.
Tanto que Armand decidió representar internacionalmente al país de Helena, donde pasaba las vacaciones de verano. Andreas ya había decidido en su día representar a Suecia y Armand tomó la decisión de seguir su ejemplo cuando era apenas un adolescente.
"Suecia es mi segunda casa. Mi madre, que es sueca, fue mi inspiración. Nunca me arrepentí", explicó después de uno de sus primeros éxitos.
Allí, en el país nórdico, lo consideran uno de los suyos, un orgullo nacional. Él también hace méritos para ello, más allá de las medallas y los récords.
Conduce un Volvo, escucha rap escandinavo y tiene una relación con una modelo sueca, Desiré Inglander, que le hace tener también una dimensión mediática fuera del deporte.
Fenómeno precoz
Con 17 años, Armand saltó 5,90 metros en los Texas Relays, en abril de 2017 en Austin, y se convirtió ya en una revelación para muchos.
Con su mechón rebelde y su cara de niño bueno, parece recién salido de una película de 'teenagers'.
Durante su paso por la Universidad de Louisiana, en agosto de 2018, se convirtió en campeón de Europa en categoría absoluta tras un concurso memorable, saltando 6,05 metros en Berlín.
En 2019 fue subcampeón del mundo en Doha (5,97 metros).
Duplantis batió luego dos veces el récord del mundo (6,17 y 6,18 m) en febrero de 2020 y se convirtió en campeón olímpico en agosto de 2021, un momento inolvidable que como no podía ser de otra manera compartió con sus padres y entrenadores.
En el último ciclo olímpico, además de los sucesivos récords mundiales, ha sumado dos nuevos oros europeos y dos mundiales.
Todo hasta desembocar en el nuevo oro con récord mundial en París, para prolongar una historia que comenzó en el jardín de casa en un rincón de Estados Unidos y que lo ha llevado al olimpo del atletismo.