La estadounidense subió a lo más alto del podio en Tokio, pero se quedó sin el título mundial en Eugene y Budapest, con un tercer y segundo puesto en 2022 y 2023, respectivamente.
"Lo más importante que quiero cambiar en mí es llegar con la mentalidad de ir realmente a por todas", dijo Allmann a Reuters.
"Estoy orgullosa de mi actuación (en Eugene y Budapest), pero me quedé a las puertas del primer puesto del podio. Y sé que si ése es el objetivo, hay que tener la valentía de esforzarse de verdad".
"Así que, para mí, se trata de intentar averiguar cómo puedo ir a por ese uno o tres por ciento que intente diferenciarme de la competencia".
Allman parecía encaminada al título mundial en agosto, cuando su compañera de equipo Laulauga Tausaga (25) borró su mejor marca personal en su quinto lanzamiento para hacerse con la corona.
El próximo año, la campeona en Tokio competirá de nuevo en Eugene para clasificarse para los Juegos Olímpicos. Y aunque declaró que se sentía honrada de acompañar a su compatriota en el podio, dijo que el segundo puesto también le daba más motivación.
"Puede que sea la defensora del título olímpico, pero no soy la defensora del título mundial", declaró. "Budapest fue un gran reto. Pero en el fondo creo que me va a preparar para afrontar nuevas metas, quizá aún mayores".
Allman, atleta patrocinada por Asics, viviría una experiencia olímpica muy diferente en París en comparación con Tokio, donde se espera un ambiente de fiesta tras los Juegos de 2020, afectados por el COVID, que se celebraron un año más tarde debido a la pandemia.
Se trata de un cambio bienvenido para los aficionados y los atletas que exigirá que su afiladísima disciplina mental esté a pleno rendimiento.
"El equilibrio entre ceñirme al plan que nos hemos trazado y no dejar que esas distracciones nos aparten de lo que estamos intentando conseguir va a ser todo un reto", afirmó Allman.
"Creo que cuando llegue a la pista de competición, si soy capaz de hacerlo, será electrizante", concluyó.