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Alonso y Aston Martin buscan en Singapur la bala de plata para acabar con la bestia Red Bull

David Alonso
Fernando Alonso, en el GP de Italia, en Monza.
Fernando Alonso, en el GP de Italia, en Monza.AFP
En los 14 Grandes Premios de F1 disputados en 2023 todas las victorias han sido para Red Bull, 12 de ellas para Verstappen y las últimas 10 de forma consecutiva. El dominio es abrumador. Cada carrera se presenta como una nueva oportunidad para que los demás interrumpan la aplastante racha ganadora del equipo austriaco pero nunca fallan. En Singapur hay datos para la esperanza y tal vez sea eso, la estadística, lo único a lo que poder agarrarse para augurar un posible tropiezo de la escudería de Horner y Marko. 

El dato llama la atención. Max Verstappen nunca ha ganado, ni logrado la pole, ni ha hecho la vuelta rápida en sus seis participaciones en el GP de Singapur. Ha liderado sólo 3 vueltas y, por tanto, es el circuito de todo el calendario en el que peores resultados ha cosechado. 

El circuito de Marina Bay presenta un nuevo trazado para acoger la 15ª prueba del Mundial debido a las obras de renovación del paseo marítimo. Así, el tercer sector elimina cuatro de sus curvas, de la 16 a la 19, que se convertirán en una larga recta. Según algunas simulaciones, los tiempos por vuelta podrían ser hasta diez segundos más rápidos que el año pasado, ya que al prescindir de curvas más lentas aumentará la velocidad media. También se reduce la longitud, que estará por debajo de los 5 kilómetros. 

Aunque en Monza, pista rápida por excelencia, Aston Martin no fue muy bien, la escudería británica tiene altas expectativas sobre la carrera de Singapur. Tom McCullough, jefe de rendimiento de los de Silverstone, comparte el mensaje de optimismo de Mike Krack, jefe del equipo. 

"En el trazado anterior, los neumáticos estaban increíblemente calientes al final de la vuelta porque prácticamente no había tiempo de recuperación en esta pista", explica McCullough. En este sentido, hay una parte positiva en el cambio que puede beneficiar a los equipos, especialmente en la carrera del domingo: "Ahora los neumáticos deberían enfriarse un poco y no deberían degradarse tanto en las curvas finales. Los cambios nos facilitan la vida con los neumáticos", explica el técnico. 

De todas formas, la superioridad de Red Bull es tan grande que, a falta de siete carreras para el final del campeonato cuando concluya el GP de Singapur, ya podrían ser matemáticamente campeones de la clasificación de constructores, aunque para ello necesitarían una combinación complicada. El equipo de Verstappen y Pérez aventaja en 310 puntos a Mercedes (583 por 273), segundo clasificado por equipos.