Orgullo y expectación ante el regreso de la F1 a China tras la ausencia de Covid

Para mayor emoción de los aficionados, verán por primera vez a Zhou Guanyu, oriundo de Shangái, pilotar en su circuito natal en Fórmula Uno.

"Estoy extremadamente emocionado, en estos 5.000 años de historia (china) solo ha habido un Zhou Guanyu", dijo el aficionado Wang Xiaotian.

Shangái presenció por última vez una carrera de F1 en 2019, antes de que el Covid y las restricciones de viaje del gigante asiático pusieran fin a casi todo el deporte internacional en el país.

Las entradas para el fin de semana de Fórmula 1 lleno de acción -que comienza con los entrenamientos del viernes por la mañana, ve una carrera sprint el sábado y termina con el Gran Premio el domingo- se agotaron a los pocos minutos de salir a la venta en enero.

Ma Qinghua, el primer chino que condujo un F1 cuando participó en una sesión de entrenamientos en 2012, afirmó que el regreso de este deporte tendrá un "impacto muy bueno", especialmente entre los aficionados más jóvenes que no tuvieron la oportunidad de ver a sus héroes en carne y hueso durante la pandemia.

"Este grupo de gente está deseando tener la oportunidad de presenciar una carrera en vivo", declaró a la AFP Ma, pionero de la industria automovilística china.

Extremadamente orgullosos

Hace casi exactamente dos años, en el punto álgido del bloqueo de la ciudad, el circuito de Shangái se convirtió en la sede de un hospital Covid improvisado con 13.000 camas.

Eso fue sólo unas semanas después de que Zhou disputara su primer carrera en Baréin, en la que terminó 10º y sumó un punto, pero la pandemia retrasó su debut en casa... hasta esta semana.

Aunque es poco probable que aspire al podio, Zhou está ansioso por dar un espectáculo en su ciudad natal. "Estoy deseando darlo todo, compartir la pasión con todo el equipo en la pista y en casa, y empezar un nuevo capítulo del automovilismo chino junto con el público", declaró Zhou el lunes.

"Es una oportunidad para inspirar y allanar el camino para que las generaciones futuras se interesen por este deporte. Mi país ama las carreras y lleva años esperando este momento", añadió.

Los aficionados de la ciudad se hacen eco de su entusiasmo.

"Como primer piloto de F1 de China, estamos muy orgullosos de él", declaró Hu Yanqin, de 29 años, en un reciente acto para aficionados en el que se proyectó el Gran Premio de Japón, con grandes pancartas con la foto de Zhou.

Para subrayar la expectación que rodea a Zhou, que disputa su tercera temporada de F1, los aficionados le recibieron en el aeropuerto a su llegada la semana pasada, y un documental sobre el piloto, "The First One", llegará a los cines chinos este fin de semana coincidiendo con la carrera.

Popularidad creciente

China es un país relativamente nuevo en el mundo del automovilismo, ya que en la década de 1980 los coches eran una rareza incluso en las grandes ciudades.

Shangái albergó el primer Gran Premio de F1 del país en 2004 y, antes de la pandemia, los responsables de este deporte habían hablado de la posibilidad de celebrar un segundo gran premio al año en China.

Ma, que fue el primer piloto de esta nacionalidad en participar en una sesión de entrenamientos de Fórmula 1, en el Gran Premio de Italia de 2012, ha sido testigo directo del crecimiento del automovilismo.

"Ahora es mucho más popular", afirma Ma, añadiendo que, cuando empezó, "ni siquiera sabía dónde podía hacer un test o que existiera algo así como una licencia de carreras".

La aventura de Ma en la F1 no llegó más lejos con la escudería HRT, ahora disuelta, por problemas con el contrato, pero pilotó en otras categorías como la Fórmula E y el Campeonato Mundial de Turismos.

Ahora, a sus 36 años, dirige un local de karts en Shangái, donde los aspirantes a demonios de la velocidad bajan a toda velocidad por un circuito de dos pisos situado en el sótano de un centro comercial.

Durante los cinco años de ausencia de la Fórmula 1, China siguió invirtiendo recursos en el automovilismo.

En 2022, la provincia insular de Hainan invirtió 5.000 millones de yuanes (650 millones de euros) en un circuito de carreras de vehículos eléctricos, y la Fórmula E regresa a China el mes que viene, por primera vez en Shangái.