Después de varios años en territorio norteamericano, los Hernangómez optaron por regresar al viejo continente. El destino de Willy parecía algo más claro desde el principio, el Barcelona, mientras que con Juancho hubo algunas dudas. Al final, este último se decantó por aceptar la propuesta del Panathinaikos, un gigante dispuesto a volver a lo más alto tras fichar también al veterano Kostas Sloukas, fundamental a la postre.

Ambos se vieron las caras en un par de ocasiones esta temporada: el 3 de noviembre (80-72 para los culés) y el 22 de marzo (89-81 a favor del conjunto heleno). El pequeño superó al mayor de forma clara en ambas ocasiones: 18 puntos para el primero entre la ida y la vuelta; ninguno para el último pese a estar sobre la pista durante más de 20 minutos. La historia no cambia en lo que a rebotes se refiere: ocho contra dos.

Esa misma tendencia tiene continuidad en lo que a estadísticas generales: el ex de los Raptors ha firmado ocho tantos de media en el campeonato doméstico, 2,7 en Copa y 4.3 en la Euroliga. Su hermano, que gana en capturas y pierde en el apartado de las asistencias, ha alcanzado dobles dígitos en todas las competiciones a excepción de la Supercopa: 12.1 en ACB, 13 en Copa del Rey y 11 lejos de las fronteras nacionales.

Está claro quién se lleva el pulso a nivel individual, pero no hay color en lo colectivo: el Barça ha fracasado en una campaña sin títulos que se ha cobrado el despido de Roger Grimau (el encargado de ocupar su puesto es Joan Peñarroya); por el contrario, el cuadro de Atenas ha firmado un sobresaliente doblete. Tras derrotar al Real Madrid en la final de Berlín, este viernes superó al Olympiacos en el quinto partido del la serie por el título... pese a sucumbir en los dos primeros encuentros.