Walter Tavares, MVP de la final de la Euroliga: "Este es el Real Madrid, nunca se rinde"
Si hubiera ganado Olympiacos, no habría habido ninguna duda. El MVP era de Vezenkov con sus 29 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias. Pero los griegos sucumbieron ante el poder blanco, ante un Real Madrid que reescribió la historia de la Euroliga para proclamarse campeón de Europa por undécima vez.
Y para elegir al mejor entre los mejores, candidatos había 12. Porque cada jugador madridista tuvo su momento. Desde el joven Ndiaye, con su insultante juventud y un triple como titular, hasta el más veterano, el capitán Rudy Fernández, siempre incombustible con tangibles e intangibles. Entre ellos, Hezonja con su segundo cuarto. O Caseur con sus tres triples. O Sergio Rodríguez, con sus 15 puntos, 9 asistencias y 4 rebotes. O incluso Llull, cuyos dos únicos puntos dieron la Euroliga.
Pero fue Tavares quien se llevó el trofeo. Y merecido, por supuesto. Jugó 34:56, anotó 13 puntos y capturó 10 rebotes. Y cambió un montón de tiros. Y obligó a los griegos a huir de la pintura. Por no hablar de su rol en la semifinal ante el Barcelona. O de su papel en los cuartos ante el Partizán.
"Este es el Real Madrid, nunca se rinde, es el corazón madridista. Luchamos por estos momentos, para sentir esto que no se puede explicar. Hemos tenido muchos malos momentos, este grupo ha tenido mucha presión, también Chus (Mateo), pero siempre nos ha motivado. Estar aquí es lo mejor del mundo, algo increible".
Un gran MVP para un Goliat que no encontró un David que pudiese con él.