De la canasta de espaldas a la plata: así rozó España el título olímpico en el 3x3
Las luces de la Torre Eiffel y del pebetero olímpico desde el cielo iluminaron a Sandra Ygueravide, Vega Gimeno, Juana Camilion y Gracia Alonso, las integrantes del cuarteto que se quedó a un punto del primer escalón del podio.
La imagen había dado la vuelta al mundo el 20 de mayo: a menos de un segundo del final Gracia Alonso convirtió un agónico rebote en canasta de espaldas para batir a Canadá y lograr el pasaporte olímpico.
Un par de meses después afrontaron el gran día del baloncesto español en esta modalidad, surgida del juego callejero y que 'ascendió' a deporte con reglas propias a principios de milenio. El cuarteto comenzó con un triunfo (18-16) sobre el pionero Estados Unidos.
Campeón mundial y primer campeón olímpico hace tres años en Tokio, el cuarteto estadounidense se topó con el oficio de las españolas, que ganaron gracias a una bandeja de Ygueravide para llevar el partido a la prórroga.
En el tiempo extra fue la misma jugadora la que acertó un lanzamiento en suspensión cerca del aro y finalmente un tiro libre que acabó decidiendo la semifinal -el primer equipo que consigue dos puntos, cada canasta vale uno, se lleva el partido-.
Tras caer la noche, tres horas y media después de lograr el pase y ya con la 'Dama de Hierro' brillando, España saltó de nuevo a la pista.
Con Gasol y Nowitzki en la grada
Con el rey Felipe VI de nuevo a pie de pista, no lejos de las leyendas Pau Gasol, Jorge Garbajosa y Dirk Nowitzki, que rememoraron viejas batallas entre España y Alemania, el partido comenzó un parcial 3-0 para las germanas.
España no tardó en remontar. A falta de cinco minutos Vega Gimeno acertaba con una bandeja que situaba a su equipo con cuatro puntos de ventaja.
Pero Alemania no había dicho la última palabra, penalizando las numerosas pérdidas españolas, con los nervios por las nubes al verse a centímetros del título.
Finalmente, las germanas tuvieron más temple y se llevaron el triunfo tras haber estado al borde del abismo.
A pesar de la derrota, la plata es un éxito mayúsculo para cuatro jugadoras que compaginan el baloncesto tradicional con esta modalidad.
La seleccionadora, Ana Junyer, explicó a la AFP la clave de su trayectoria: "Tienen oficio, son muy buenas lectoras del baloncesto, saben lo que se necesita en cada momento, algo muy complicado cuando vas a muchas pulsaciones. Sabemos nuestras limitaciones y cómo intentar cubrirlas. Y somos muy competitivas".
No les dio, sin embargo, para aguantar el temple y ganar el oro. Pero es una plata que les sabe muy dorada viniendo de donde vienen, de aquella canasta a la remanguillé.