Lección de baloncesto de Australia ante una decepcionante España (92-80)
CENTRO DE ESTADÍSTICAS DEL AUSTRALIA-ESPAÑA
No sería porque no estaban avisados. Pero los primeros minutos de La Familia en los Juegos Olímpicos fueron un esperpento ante la mayor agresividad, acierto y mejor puesta en escena de Australia. Un rival siempre incómodo, con jugadores versátiles y atléticos que no paran de moverse y que no rehúyen el juego físico. Que se lo digan a Garuba, que se las tuvo tiesas con Green y Magnay -antideportiva para ambos por empujarse-. Así que los aussies, que empezaron con un 6-0 y siguieron con un 18-7 (min. 4), sellaron el primer cuarto con un contundente 31-21. Lo único positivo en ese período fue la presencia de Rudy convirtiéndose así en el primer jugador de la historia del baloncesto en disputar seis JJ.OO.
A falta del talento de antaño, Scariolo siempre insiste en que la defensa es clave para soñar. Encajar 31 puntos no entra dentro de los cánones permitidos, así que hubo que tirar de rotaciones para encontrar un quinteto sólido atrás. Eso y que Aldama y Llull activaron sus muñecas para hacer lo que sus compañeros eran incapaces de hacer, anotar desde el triple. Los españoles se pusieron a solo cuatro puntos, pero el buen hacer de Giddey, un base de 2,03 que ha fichado por Chicago Bulls, complicó mucho las cosas (38-28, min. 15). Una mínima reacción, con una bandeja sobre la bocina de Lorenzo Brown, nos llevó al descanso con un 49-42.
Aldama, Llull... y nada más
Los ajustes de Scariolo en el descanso surtieron efecto. Subió varios grados de intensidad la defensa y Aldama siguió mirando con descaro el aro para darle a España su primera ventaja (54-56, min. 24). Pero desde ahí hasta el cerrojo del tercer cuarto, los Boomers, cargando sobre todo el rebote ofensivo y con Patty Mills reverdeciendo viejos laureles, se resetearon con un 15-5 que puso aún más cuesta arriba la victoria (69-60).
Había que volver a encender el botón de la remontada y fue Llull quien lo pulsó, anotando dos triples consecutivos cuando peor pintaba el panorama (73-68, min. 33). Pero la fragilidad en la zona, con un despistadísimo Willy Hernangómez viendo rebotes pasar, hacía imposible culminar el trabajo. Ni el acierto de Aldama -seis triples-, el mejor de largo, fue suficiente para voltear el marcador ante una Australia que se llevó la primera victoria en este grupo de la muerte por 92-80.
Mucho más necesitarán los españoles de Lorenzo Brown, los Hernangómez y algún pilar más si no quieren decir adiós a París más pronto que tarde. El siguiente rival, la Grecia de Antetokounmpo.
Aldama acabó con 27 puntos y 6/8 en triples, además de aportar cinco rebotes. Llull sumó 17, si bien con un 5/15 en tiro exterior. En los oceánicos, fue Landale el más completo con 20 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias. Patty Mills se quedó en 19 puntos y Giddey en 17 con ocho rebotes y ocho asistencias.