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Pierre Oriola regresa al BAXI Manresa tras su breve paso por el AEK Atenas

Daniel Núñez
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Pierre Oriola ejecuta un triple.
Pierre Oriola ejecuta un triple.acb Photo / S. Geronès
El ala-pívot de Tàrrega Pierre Oriola ficha hasta el final de la presente temporada por el equipo del Bages, donde se formó y debutó en la ACB. Ha estado más de una década fuera del club, tiempo en el cual ha acumulado una gran experiencia y trayectoria.

Pierre David Oriola Garriga es nuevo jugador del BAXI Manresa, club en cuyas categorías inferiores se formó. Allí dio sus primeros pasos como profesional y ahora vuelve para intentar cumplir con los objetivos de un proyecto liderado por el contrastadísimo Pedro Martínez. Tendrá que convencer a este último de que puede ser una pieza importante, como se presupone, si bien a corto plazo parece más complicado porque no compite desde abril del presente año.

El catalán, un jugador de sobra conocido tanto por los aficionados de su nuevo equipo como del mundo del baloncesto en general, mide 2,08 metros y ha jugado 324 partidos en la máxima categoría española. Su trayectoria en la élite está fuera de toda duda -su última experiencia fue en el AEK Atenas griego, donde sólo disputó 14 encuentros entre el torneo doméstico y la Basketball Champions League, con un balance de seis victorias y ocho derrotas-. 

El regreso de Oriola a la que fue su casa llega tras un largo periplo por varios equipos (todos, a excepción de la citada experiencia por la capital griega, en España). Jugó en la LEB Oro con el Força Lleida y el Peñas Huesca, antes de ir a Sevilla y Valencia, donde conquistó la Liga Endesa bajo las órdenes del que va a ser su entrenador. Más tarde, concretamente en 2019, cuando era jugador del Barcelona, se proclamó campeón del mundo con la selección española. Además, militó en el Girona.

Los del Nou Congost se ubican en la décima posición de la tabla -dos victorias y dos derrotas-. Son uno de los muchos aspirantes a colarse entre los ocho mejores clasificados, lo que da el billete para disputar la Copa del Rey (se jugará en Málaga el próximo año) una vez se alcance el ecuador del curso. Conviene destacar que serán siete los afortunados, un hueco menos, si el Unicaja queda noveno o por debajo, contexto que complicaría más el ambicioso deseo.