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30 años sin Drazen Petrovic, el genio de Sibenik odiado, primero, y amado, después

César Suárez
Drazen Petrovic, con la camiseta del Real Madrid
Drazen Petrovic, con la camiseta del Real MadridReal Madrid
Drazen Petrovic fue uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto europeo. Cuando el Viejo Continente se le quedó pequeño decidió conquistar las Américas, pero no le dio tiempo. Falleció en un accidente de tráfico el 7 de junio de 1993 con apenas 28 años.

Una muñeca prodigiosa, unas dotes para el baloncesto especiales y condensadas en un metro y noventa y siete centímetros de altura, una ética de trabajo impecable y una personalidad capaz de hacerle pasar de enemigo público número uno a ser el más querido por una misma afición. Esas eran algunas de las más grandes cualidades de la leyenda croata. 

Drazen Petrovic, cuando Croacia formaba parte de la extinta Yugoslavia, dominó Europa con puño de hierro. Se formó en el Sibenka para luego poner a la Cibona de Zagreb en el mapa. Y no sólo eso, para hacer un grande entre los grandes. Allí se convirtió en el ogro para un Real Madrid que hizo bueno aquello de "si no puedes con el enemigo, únete a él". 

Así que después de no poder contrarrestar sus virtudes, lo fichó en la temporada 88/89. Él solito se las apañó para ganar la final de la antigua Recopa ante el histórico Snaidero Caserta, de Italia. 62 puntos anotó mientras sus compañeros le dejaban el balón para que hiciera magia. También ganó la Copa del Rey antes de marcharse a la NBA. 

Una NBA 'vetada' a los europeos

Por entonces, la liga americana veía a los europeos como jugadores de segunda fila. Era difícil hacerse con un hueco por mucho que lo hubieras ganado todo antes o que llegases como estrella. Si no te habías formado en Estados Unidos, de nada servían tus logros anteriores. 

Así que a Petrovic le costó hacerse un hueco en los Blazers. El mismo equipo donde tampoco pudo triunfar Fernando Martín, cuya historia deportiva y trágico final se asemejan a lo que le sucedió al croata. Pero Drazen insistió en que quería triunfar, y lo iba a conseguir. Firmó por los Nets, por entonces en New Jersey. Y allí sí que demostró que, a pesar de sus debilidades defensivas, en ataque era imparable. Sencillamente imparable. 

Por desgracia para él, para sus familiares y para todos los seguidores del baloncesto, sí hubo una cosa que lo paró. Un accidente de coche en una autopista alemana en la que no debió estar. Tendría que haber ido en un avión con sus compañeros de selección, pero a última hora decidió marcharse con dos amigas en un vehículo particular. Ya nunca se le volvió a ver con vida. 

La camiseta de Drazen Petrovic que está retirada por los Nets
La camiseta de Drazen Petrovic que está retirada por los NetsNBA

Camiseta retirada en los Nets

La huella que dejó fue tan imborrable que los Nets decidieron retirar su camiseta con el número 3 tras su fallecimiento. Ahora, este 7 de junio, se cumplen 30 años de su adiós, de la despedida más triste del genio de Sibenik.