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Miami Heat liquida a los Knicks y avanza hacia la final de Conferencia en la NBA

AFP
Jimmy Butler, estrella de los Heat
Jimmy Butler, estrella de los HeatAFP
Doblegando la heroica resistencia de Jalen Brunson (41 puntos), los Miami Heat vencieron este viernes 96-92 a los New York Knicks y finiquitaron esta semifinal de la Conferencia Este por un global de 4-2.

De la mano de sus estrellas Jimmy Butler (24 puntos) y Bam Adebayo (23), los Heat jugarán sus terceras finales de conferencia desde 2020 frente a los Boston Celtics o los Philadelphia 76ers, que resolverán su eliminatoria en el séptimo partido del domingo.

En el Oeste, los Denver Nuggets esperan rival de la serie entre los Golden State Warriors y Los Angeles Lakers, que dominan por un global de 3-2 y tienen este viernes la oportunidad de clasificar ante su público.

Los Knicks contaron con otra enorme actuación de su base Jalen Brunson pero terminaron hincando la rodilla en el Kaseya Center de Miami y siguen sin clasificar a una final de conferencia desde 2000.

Brunson, que estuvo 45 minutos en pista, igualó su mejor marca en playoffs con 41 puntos, a los que sumó 5 triples, 4 rebotes y 3 asistencias.

El base, cuya llegada esta temporada desde Dallas dio un vuelco a los Knicks, se convirtió en el primer jugador de la franquicia en encadenar tres partido seguidos de postemporada con al menos 30 puntos desde su leyenda Patrick Ewing en 1990.

En cambio las otras dos figuras de los Knicks, Julius Randle y RJ Barrett, fracasaron ante la presión del momento y la defensa de Miami.

Randle, elegido para el pasado All-Star, terminó con 15 puntos y 11 rebotes mientras Barrett se quedó en 11 tantos. Entre ambos sumaron una espantosa estadística de 4/24 en tiros de campo.

Los Knicks, que estaban de vuelta en unas semifinales de conferencia después de una década de espera, fueron por detrás en el marcador toda la segunda mitad y dejaron escapar una última opción de remontada en el minuto final.

"Me gusta sudar por las victorias, es lo que hacemos mejor", se felicitó Jimmy Butler. "Lo hemos hecho todo el año (...) Hay muy buenos jugadores en este equipo".

La rebeldía de Brunson 

Después de que no descansara un solo minuto en el quinto partido del miércoles, Jalen Brunson tuvo otro inicio fulgurante el viernes con 15 puntos tan solo en el primer cuarto.

De la mano de su líder, los Knicks sorprendieron a los locales llegando a tomar una ventaja máxima de 14 puntos (31-17) hacia el final del primer parcial.

La arenga del técnico Erik Spoelstra en el pequeño descanso dio resultado. Los Heat incrementaron la intensidad defensiva y, ante su ineficacia en el tiro exterior, comenzaron a cargar el juego sobre Bam Adebayo, que se hizo con el control de la pintura por encima de su defensor Mitchell Robinson.

A lomos de su poderoso pívot, que sumaba 17 puntos al descanso, los Heat se fueron al vestuario con una escueta ventaja que conservaron en el tercer cuarto, frente a unos Knicks con escaso juego colectivo.

Brunson y Randle monopolizaban las acciones ofensivas neoyorquinas, lo que facilitaba el trabajo de Spoelstra, un maestro en la estrategia defensiva.

En el inicio del cuarto decisivo, Tom Thibodeau dejó en el banquillo a Randle, que cargaba con una nefasta serie de 3/12, y lo fió todo a que no se le acabara la gasolina a Brunson.

Los experimentados Heat, que mantienen la columna vertebral del subcampeonato de 2020, parecían sentenciar el duelo con un parcial de 8-0 a falta de seis minutos pero Brunson no arrojó la toalla.

Los Knicks tuvieron su última opción cuando, cayendo por seis puntos (92-86), Gabe Vincent le propinó un manotazo en la cara a Brunson para zafarse de su marcaje.

El base anotó los dos tiros libres de la falta flagrante y Josh Hart acercó después a Nueva York 92-90.

Butler dio aún más esperanzas a Nueva York al fallar el siguiente tiro pero Brunson, con 30 segundos en el reloj y la posibilidad de empatar el partido, perdió la pelota al intentar una arriesgada asistencia a Butler en la zona.

Los Knicks ya no tuvieron ninguna otra opción de forzar su deseado séptimo partido ante su público del Madison Square Garden.