Willy, un "madridista 100%, de sangre" ya es del Barça. El Madrid apuesta por Tavares
La decisión, aunque dolorosa para algunos madridistas, está llena de lógica. La sección de baloncesto del Real Madrid, altamente deficitaria, igual que la del Barcelona, no puede hacer grandes dispendios económicos. Con las renovaciones de dos veteranos como Rudy y Sergio Rodríguez, Facundo Campazzo llamando a la puerta y algún fichaje por llegar, la prioridad absoluta es renovar a Eddy Tavares, el pívot más dominante de Europa, que finaliza contrato en un año.
En esa tarea se están afanando Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros, los máximos responsables de la sección. Es imprescindible concluir con éxito las negociaciones para evitar que se vaya gratis el próximo verano. Si algún equipo NBA pagase su cláusula de salida este verano (6 millones de euros) sería también un golpe duro, pero habría dinero para buscar un sustituto de garantías, que ya no será Willy.
Que los dos jugadores mejor pagados de la plantilla ocupasen el mismo puesto y tuvieran que alternarse no tendría ningún sentido. Además, Poirier es un suplente de gran nivel. Llama la atención en el Real Madrid que el Barça haga una apuesta económica tan fuerte (12,5 millones en tres años) con el condicionante de la imposición de Joan Laporta y Mateu Alemany de llevar a cabo un recorte del 30% de la masa salarial. Además, ya han pagado un millón al Joventut por Joel Parra, deberán invertir una cantidad similar por Darío Brizuela para sacarlo de Unicaja y quieren rematar la plantilla con la contratación de otro jugador NBA como Juancho Hernangómez. Y el acuerdo de rescisión de Mirotic sigue sin producirse.
En redes sociales muchos seguidores blancos ven la operación como un segundo caso Mirotic (fichó por el Barça tras volver de la NBA, a la que llegó desde el club blanco) pero el Madrid está tranquilo. Aunque triunfe en el Barça, su apuesta es Tavares. Lo que escuece en bastantes madridistas es ver a Willy de azulgrana conociendo su sentimiento blanco: “Soy madridista 100%, de sangre”, llegó a decir en una entrevista.
El Barcelona se hace con un jugador que no ha podido marcar diferencias en la NBA, donde nunca ha encontrado la regularidad ni los minutos necesarios. En siete temporadas entre Knicks, Hornets y Pelicans ha disputado 344 encuentros con promedios de 7,3 puntos y 5,8 rebotes dejando una sensación de gran productividad cuando se mantenía en pista, pero con cierta relajación defensiva. En baloncesto FIBA sí alcanzó su cima el verano pasado coronándose MVP del Eurobasket con medias de 17,2 puntos y 6,9 rebotes por encuentro. En el Barça tendrá ocasión de ser uno de los jugadores más determinantes de la ACB.