Olivier Rioux, el adolescente más alto del mundo que jugó en el Madrid de Baloncesto
Medio planeta se encuentra asombrado con el último fichaje del equipo de baloncesto de la Universidad de Florida para el curso que viene. Los Gators han conseguido reclutar Olivier Rioux, un pívot de 7 pies y 9 pulgadas (236 centímetros) que, en el momento de su debut, se convertirá en el jugador de mayor estatura que ha pisado una cancha de la NCAA.
Ya en 2022, cuando apenas sumaba 16 primaveras, fue incluido en el Libro Guinness de los récords como el adolescente más alto del mundo. Entonces alcanzaba la ya descomunal cifra de 7 pies y 7 pulgadas (226 centímetros) y atemorizaba a todos los rivales que se enfrentaban a su equipo.
Lo más sorprendente de todo es que en los dos últimos meses ha crecido nada menos que cinco centímetros, lo que denota que todavía no ha alcanzado su techo. Como no podía ser de otro modo, necesita unos grandes pies para sostenerse. En su biografía de Instagram señala que calza un 20 estadounidense, lo que supone un 56 europeo. Supera así el 53 de Kevin Durant y se queda cerca del 57 de Victor Wembanyama y Shaquille O'Neal.
Su trayectoria parece abocada a terminar jugando en la NBA, pero primero hay que ver si es capaz de trasladar el dominio que exhibe ante adolescentes a partidos en los que el resto de jugadores ya tienen físico de adultos. De llegar a la mejor liga del mundo, también sería el hombre más alto en jugar en ella, por encima de los 2,31 metros de Manute Bol y George Muresan.
Jugó en el Real Madrid
A su corta edad, ya ha desplegado su baloncesto en varios lugares, incluidas algunas competiciones FIBA como la Copa del Mundo sub-19 en 2023, la Copa del Mundo sub-17 en 2022 y el Campeonato de las Américas sub-18 en 2024. Sus números en esos torneos no fueron nada espectacular, siendo los 8,3 puntos por partido del Campeonato de las Américas sub-16 de 2021 su mejor media anotadora a nivel internacional.
Entre sus idas y venidas se encuentra un paso fugaz por el Real Madrid en 2018. Sucedió en el torneo sub-13 de Castelldefels y la oportunidad le llegó después de disputar, con un equipo francés, el Torneo de La Roda. Finalmente los merengues prefirieron no contar con sus servicios de forma permanente.