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Francia, campeona de Europa de balonmano tras vencer en la prórroga a Dinamarca (33-31)

Sébastien Gente
Nedim Remili y el balonmano de los Bleus son de oro.
Nedim Remili y el balonmano de los Bleus son de oro.AFP
La selección francesa de balonmano tuvo que recurrir a la prórroga tras un partido dantesco en cuanto a nivel, pero finalmente logró doblegar a los daneses y conquistar un título europeo que se le resistía desde hacía diez años. Otra actuación increíble del balonmano galo.

Último paso de la selección francesa masculina de balonmano en la Eurocopa. Después de una competición en la que los Bleus habían pasado por todo, había llegado el momento de reconquistar el título europeo. Pero para ello debían salir victoriosos del gran clásico del balonmano mundial contra Dinamarca y, por qué no, obtener una ventaja psicológica con vistas a los Juegos Olímpicos.

Una final es cuestión de detalles, pero también de aprovechar las oportunidades. Hugo Descat se adelantó con un lanzamiento de 7 metros, pero Emil Nielsen no tardó en llegar a la portería danesa. Como suele ocurrir, Les Bleus tuvieron problemas con los saques de banda rápidos, pero la percusión de Ludovic Fábregas en el centro del campo les dio ventaja.

No obstante, los Bleus empezaron a acumular faltas y suspensiones de 2 minutos. Y también enseñaron su ineficacia en el tiro y falta de precisión. Así se adelantó Dinamarca por tres goles, impulsada por un punzante Mathias Gidsel, y no fue hasta casi 20 minutos después cuando Samir Bellahcene realizó su primera parada.

Una vez que empezó, el guardameta francés no paró y la diferencia se acortó rápidamente, forzando un tiempo muerto danés. De repente, los escandinavos se vieron desbordados y no marcaron ningún gol durante 7 minutos, pero el juego se animó por fin poco antes del descanso. Ambos equipos encontraron algo de ritmo ofensivo, pero fueron los galos los que mejor estaban con la entrada de Elohim Prandi, que seguía teniendo impacto, y permitió a Francia regresar a los vestuarios igualada (14-14).

Tras el descanso, con los daneses por momentos brillantes, Francia volvió a verse por detrás, intentando limitar los daños. A falta de un cuarto de hora perdían por dos. Y no mejoró la situación permitiendo al eterno Mikkel Hansen entrar en acción. A medida que el reloj avanzaba, la diferencia seguía siendo la misma.

Pero bastó un tiro fallido para que los daneses empezaran a temblar, y los franceses a soñar. Kentin Mahé puso por fin a Les Bleus por delante con un lanzamiento desde 7 metros. Sin forzar el balonmano, le dieron la vuleta al partido. Niklas Landin llegó justo a tiempo para atemperar todo esto con una parada decisiva a disparo de Dylan Nahi, que permitió a Mikkel Hansen repartir estopa. Con el marcador igualado a tres minutos del final, el suspense era insoportable.

Los franceses perdieron una posesión clave, pero Ludovic Fábregas lo arregló marcando el gol que forzó la prórroga(27-27).

Las defensas estaban totalmente cerradas. Los daneses mostraron su potencia de fuego, pero el juego colectivo era francés, y una jugada colectiva permitió a un increíble Fábregas empatar justo antes del final de la primera parte. Finalmente, Dika Mem estrenó su faceta goleadora y anotó dos goles que ponían a los Bleus a un paso del título.

Dinamarca no se rindió, especialmente Mikkel Hansen, que volvió a convertirse en el máximo goleador histórico de la competición. Un obús final de Elohim Prandi puso fin al suspense para una victoria por 33-31. 10 años después, Francia vuelve a ser campeona de Europa. A seis meses de los Juegos Olímpicos, el mensaje es claro: los Bleus siguen aquí.