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Francia supera a Suecia y alcanza otra final del Mundial de balonmano (37-28)

Sébastien Gente
Tamara Horacek y Les Bleues, imperiales.
Tamara Horacek y Les Bleues, imperiales.AFP
No hubo mucho partido, ya que la selección francesa dominó con autoridad su semifinal contra Suecia, como de costumbre. El domingo, Les Bleues buscarán su tercer título mundial contra Noruega.

Se trataba de la penúltima etapa del Campeonato del Mundo para la selección francesa femenina de balonmano. Les Bleues, invictas hasta el momento, se medían a Suecia, un obstáculo importante para enfrentarse una vez más a Noruega en la final.

Al principio del partido, a Les Bleues les pareció fácil. Su superioridad era innegable. Laura Glauser retomó su actuación del martes por la noche y realizó varias paradas desde el principio. Las suecas tuvieron que esperar más de cinco minutos para abrir su cuenta, mientras en el bando opuesto se encontraba una inspirada Tamara Horacek.

Además, a diferencia de otros partidos, no desperdiciaron tanto el contraataque. Los primeros 15 minutos fueron una demostración (10-3), con el personal sueco aumentando el número de tiempos muertos, sin verdadero éxito. Sin embargo, en el comportamiento de los Bleues se percibió un atisbo de complacencia -que no agradó a su entrenador- justo cuando la diferencia alcanzaba la decena.

Estelle Nze Minko lidera el ataque.
Estelle Nze Minko lidera el ataque.AFP

Tras un 0-3 sueco, se pidió tiempo muerto, pero fue un gol de Lucie Granier la que despertó a las Bleues. Francia pasó entonces al modo de gestión, castigando los fallos defensivos de Suecia, y al descanso ya ganaba por 19-11. Aún debían mantener la seriedad durante todo el partido.

Tras la reanudación, las cosas empezaron bien para las suecas, que se pusieron rápidamente a sólo cinco tantos, lo que supuso el punto de inflexión del partido.

Pero las galas aceleraron el ritmo, mostrando la madurez de este grupo, que admite más goles pero no se asusta lo más mínimo. Sobre todo en defensa, con numerosas campeonas olímpicas. Tamara Horacek (ocho goles) estuvo impecable, Pauletta Foppa brilló en la construcción, y todas las jugadoras clave estuvieron ahí. Sin aumentar la ventaja, las Bleues controlaron los intentos de remontada de sus adversarias (27-21, 45').

Su gestión y su disciplina fueron ejemplares en el último cuarto de hora. Ejemplar es una palabra que conviene a las francesas, que se mostraron serias, diligentes y, sencillamente, superiores, con Laura Glauser, una vez más, parándolo casi todo.

Al final, victoria francesa por 37-28, continuando así su asombroso récord en semifinales mundiales: siete intentos, siete finales. El domingo, contra Noruega, confían en conquistar otra medalla de oro.