Estamos aún en febrero, pero la tensión en el Coliseum Alfonso Pérez ya se palpó desde incluso antes del silbato inicial. Porque el Geta llevaba seis jornadas sin ganar y el Valencia, en el que debutaba Rubén Baraja en el banquillo, siete. De ahí que las imprecisiones fuesen la nota dominante en esos primeros minutos de encuentro.
Eso y los gritos de la afición azulona contra su entrenador, un discutido Quique al que se lo llevaban los demonios cuando Lino, sin oposición, se quedó solo para fusilar a David Soria. O eso creía el brasileño. El portero se hizo enorme para firmar una de las paradas de LaLiga. No contento con ello, Soria volvió a negarle el gol a Lino en la siguiente acción, esta vez con un disparo que buscaba la escuadra y al que respondió de maravilla el meta.
Ante semejantes intervenciones, sus compañeros no quisieron dejarle solo ante el peligro. Fue Munir el primero en probar al meta del Valencia. Pero Mamardashvili no quiso ser menos que su colega y también atajó bien colocado el disparo del internacional marroquí.
Duelo espectacular de porteros
Hubo minutos de tanteo, con un Getafe que buscaba más juego asociativo y un Valencia que quería ser más directo y vertical buscando la velocidad de Lino y Kluivert. Fue otra vez el brasileño el que rompió la tregua aprovechando un grosero error de Djené que lo dejó de nuevo solo ante Soria. Esta vez se hinchó de balón y mandó a las nubes el tiro. Cero de tres para los de Baraja.
Tras el susto, reaccionó el cuadro local con una gran asistencia de Enes Unal que dejó a Munir ante Mamardashvili. Pero apareció Diakhaby en el último instante para mandar la bola a línea de fondo. Y en el córner, aún más solo se quedó Domingos Duarte para rematar con la testa en el área pequeña. Poco faltó para que el central estrenase el marcador. Como en el siguiente saque de esquina, donde el ex del Granada volvió a rematar. Mamardashvili, de nuevo él, se vistió con el traje de salvador.
El 0-0 no le servía a ninguno para salir de esa zona roja donde se han metido por sus grandes deméritos. Habían tenido opciones de sobra para deshacer las tablas, mas los porteros habían sido los grandes protagonistas del choque. Y lo siguieron siendo después del intermedio, especialmente Soria.
Soria y el balón parado
Tras una buena combinación entre Hugo Duro y Kluivert, este disparó centrado y ahí se encontró con los brazos largos del portero madrileño. Un pulpo tendría envidia de los tentáculos del cancerbero azulón. Y Quique seguro que le debe alguna mariscada.
Había salido mejor el equipo ché, pero sufría a balón parado. Muchísimo. Sólo la falta de puntería de Djené, más solo que un huraño en el segundo palo, evitó el 1-0. Ya fuera por los porteros, ya fuese por la mirilla de escopeta de feria de los protagonistas, no había forma de homenajear al dios Gol.
A no ser que, de nuevo a balón parado, de tanto intentarlo, al final el cántaro fuese a la fuente. O lo que es lo mismo, que en un saque de esquina al primer palo, tras una peinada al segundo, apareciese Alderete para volver a meter el balón en la olla y allí apareciese con el cucharón Borja Mayoral, más hambriento que Lato, para lanzarse jugándose el pescuezo y llevarse la ración del gol.
El 1-0, minuto 81, llevó la alegría al Coliseum, rompió gargantas, pero casi se ahogan las mismas cuando Fran Pérez acertó, por fin, a batir a Soria. Por suerte para el Getafe, el canterano ché había partido en posición incorrecta.
Ahí se ahogaron los valencianos, incapaces de sacudirse el peso de la angustia que les está condenando a galeras. Con la derrota son penúltimos y mucho tendrá que arreglar Pipo Baraja, especialmente desde el punto de vista mental, para recuperar a su plantilla.
Menos complicado lo tendrá anímicamente Quique con la suya después del espaldarazo de un triunfo, el primero de 2023, que saca al Getafe del descenso.
Jugador Flashscore del partido: David Soria (Getafe).