La carrera masculina del Mundial de ciclismo de 2024, con 273,9 kilómetros en Zúrich
Las diferentes pruebas, que tendrán lugar del 21 al 29 de septiembre del año que viene, terminarán siempre en la plaza Sechseläutenplatz, en el centro de Zúrich, junto al lago, con salidas en distintos puntos del cantón.
En el caso de la carrera de ruta masculina, comenzará en Winterthur y tendrá un desnivel total acumulado de 4.470 metros, entrando en un punto en un circuito de 27 kilómetros en la ciudad y sus alrededores.
Habrá siete vueltas a este circuito, cada una con 501 metros de desnivel acumulado, con las subidas de Kyburg, Zürichbergstrasse y Witikon, todas ellas de entre 1,1 y 2,3 kilómetros, y pendientes medias de entre el 5,7% y el 12%, que serán las principales pruebas para encontrar sucesor del holandés Mathieu van der Poel.
En la carrera femenina, serán 154,1 kilómetros con salida en Uster, con 2.488 metros de desnivel positivo acumulado, incluyendo cuatro vueltas al mismo circuito, más la subida a Binz, con 4,6 kilómetros y una pendiente media del 4,5%.
En cuanto a las contrarrelojes, la de élite masculina saldrá del Velódromo de Oerlikon y tendrá 46,1 kilómetros, principalmente destinados a rodadores, mientras que la femenina será de 29.900 metros.
La gran novedad de la edición de Zúrich 2024 es la inclusión en el programa de carreras paraciclistas, en función de la categoría.
En cuanto a las carreras principales, el programa comienza el 22 de septiembre con las "cronos" élite, con la prueba femenina de cross-country reservada para el 28 y la masculina para el 29, mientras que la contrarreloj mixta por equipos está programada para el 25.
El presidente de la UCI, David Lappartient, se mostró satisfecho con los recorridos, que "permitirán a los atletas de las distintas categorías ofrecer carreras emocionantes para el creciente número de aficionados al ciclismo" en un "evento inclusivo e innovador".
En un análisis más detallado, el director del comité organizador, Daniel Rupf, considera que los perfiles son capaces de poner a prueba y agradar tanto a rodadores como a clasicómanos, así como a escaladores más puros, exigiendo "habilidad, resistencia y sentido táctico".