El campeón del mundo se impuso en solitario tras haberse descolgado, como el año pasado, en la côte de la Redoute. El corredor de 23 años del Soudal-Quick Step se convirtió en el primer ciclista que revalida su título en Lieja desde Michele Bartoli en 1998.

Ganó con 1 min 06 seg de ventaja sobre el británico Tom Pidcock y el colombiano Santiago Buitrago. "Es maravilloso hacer un doblete. Ganar esta bonita carrera con este bonito maillot, es mágico", dijo tras saborear su éxito en el muelle de las Ardenas arengando al público.

Pero el esperado duelo con Pogacar duró poco cuando el esloveno, que aspiraba al triplete en las clásicas de las Ardenas, sufrió una caída tras sólo 85 km de carrera y tuvo que abandonar. El corredor esloveno fue trasladado al hospital con una fractura del hueso escafoides de la muñeca izquierda y será operado el domingo, poco más de dos meses antes del Tour de Francia, que espera volver a ganar.

"He oído un ruido horrible. Le envío todo mi apoyo y mi fuerza. Es lamentable y una pena que no haya podido terminar la carrera. Yo también he pasado por esto en el pasado, espero que esté bien", dijo Evenepoel.

A diferencia de su rival, el de Fleming aún no había competido en una carrera de un día esta temporada. Acababa de regresar de una concentración de tres semanas en las laderas del volcán Teide, en Tenerife, para preparar el Giro (6-28 de mayo), su principal objetivo de la primera parte de la temporada.

Ello no le impidió sobrevolar la 109ª edición de la "Doyenne " para aportar, como el año pasado, cierto alivio a su equipo , el Soudal-Quick Step, que hasta entonces había fracasado en las clásicas. El equipo belga lideró el pelotón durante la mayor parte de la carrera, al igual que Julian Alaphilippe, que se sacrificó por su líder antes de abandonar a falta de unos 60 km.

Evenepoel tomó el control de la carrera en la cima de la côte de la Redoute, a falta de unos 30 kilómetros, e hizo un ataque que sólo Tom Pidcock fue capaz de seguir brevemente. El británico pagó rápidamente su esfuerzo: sufrió una pájara monumental y casi dejó de pedalear.

En un ejercicio de contrarreloj que le encanta, Evenepoel, vestido de blanco, acumuló rápidamente una ventaja de más de un minuto sobre sus primeros perseguidores bajo la lluvia. El ganador de la Vuelta 2022 confirmó su ventaja en la última subida del día, la Roche-aux-Faucons, para ganarse el derecho a celebrar su nueva hazaña incluso antes de la llama roja.