Eslovenia, volcada en apoyo de su campeón Pogacar antes del Tour

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Eslovenia se vuelca en apoyar a su campeón Pogacar antes del Tour

Pogacar, ciclista esloveno
Pogacar, ciclista eslovenoProfimedia
"¡Es el mejor ciclista del mundo!": en la 'Pogi Cup', una competición organizada en la localidad natal del héroe nacional esloveno Tadej Pogacar, los aprendices de campeones muestran su devoción por el dos veces ganador del Tour de Francia, a unos días del inicio de la 'Grande Boucle'.

A sus 14 años, Urban Hvastija está convencido de que Pogacar es capaz de conquistar el Tour apenas dos meses después de haber ganado el Giro. Un desafío que nadie ha logrado desde Marco Pantani en 1998.

El adolescente, que finalizó segundo en la carrera que tuvo lugar en Komenda, a 20 kilómetros de la capital Liubliana, sueña con alcanzar las mismas cumbres que su ídolo Pogacar, al que ve como "un modelo para todos nosotros".

Al calor de sus victorias, pero también de las de compatriotas como Primoz Roglic o Matej Mohoric, el ciclismo es el rey en el país alpino de 2 millones de habitantes.

"Teníamos apenas 50 niños en el equipo júnior hace unos años, ¡hoy son más de 200!", se felicita Mirko Pogacar, el padre de Tadej, muy implicado en la organización del evento.

"Qué privilegio" vivir esta edad de oro del ciclismo, sonríe. "Es como un cuento de hadas que no está cerca de volver a darse en los próximos 50 años".

"Como un puzle" 

Para su hijo, el ciclismo fue como un "amor a primera vista". Recuerda a Tadej y a su hermano Tilen pasando el día entero subiendo un talud en el patio de un vecino.

"Para llegar a ser un campeón todas las piezas del puzle tienen que encajar. Si falta una, todo descarrila", cuenta a la AFP.

A sus 25 años, el corredor afronta como gran favorito el Tour de Francia, que parte el sábado desde Italia, como jefe de filas del 'Dream Team' UAE.

Ya ganador en 2020 y 2021, el miércoles afirmó: "Nunca me he sentido tan bien sobre la bicicleta" y estimó que su forma es "aún mejor de lo previsto". Sus ambiciones son, pues, fundadas, para tomarse la revancha sobre el danés Jonas Vingegaard, maillot amarillo en París las dos últimas ediciones.

"Se podría decir que está en el pico de su carrera, pero, conociéndolo, creo que puede ir más lejos. Le encanta tanto su disciplina, entrenar y vencer a sus rivales", se entusiasma su primer entrenador, Miha Koncilija, que lo vio por primera vez cuando tenía ocho años... y sin una bicicleta para su tamaño.

Lo mejor por llegar 

Desde el debut tuvo que compensar su pequeña estatura a base de tenacidad, explicaba su padre en una entrevista en 2021.

"Era de los más pequeños y debía enfrentarse a chicos más fuerte físicamente. No podía brillar, por eso tuvo que pelear más duro, y al crecer, se convirtió en mejor que los otros", decía.

Lejos de haberse dormido en los laureles de su éxito, Pogacar "sigue hoy en día fijándose objetivos que le permiten conservar la motivación", subraya Mirko Pogacar.

Pogacar sabe lidiar con "la presión y la fama", pese a la dificultad "de ser el mejor corredor del mundo", añade Koncilija.

Una vez concluido el Tour de Francia, el campeón esloveno se centrará en los Juegos Olímpicos de París, en los que buscará el oro, después del bronce de Tokio, y luego en los Mundiales de Zúrich en septiembre.

¿Y después? Aún le queda una bonita carrera por delante, estima su padre. "Entra en los mejores años, es decir, entre 25 y 27 años, así que aún hay que contar con él para rato".