Un día después de la muerte de Mäder por una caída en la etapa del jueves, los organizadores llevaron, ya sin el Bahrain Victorious ni otros dos equipos, llevar la carrera hasta el final, pero decidieron que los tiempos de la etapa se contarían a 25 kilómetros de la meta para evitar el riesgo de nuevas caídas en el último descenso del día.

Los primeros 158,5 kilómetros de los 183,5 kilómetros del enlace entre Tübach y Weinfelden transcurrieron como un pelotón compacto, sin ataques, con todos los ciclistas pasando juntos por la improvisada línea de meta.

Tras ese paso llegaron los primeros ataques, con Evenepoel aislándose y sumando su primera victoria tras verse obligado a retirarse del Giro de Italia por Covid-19.

El campeón del mundo de cross-country no se olvidó de Mäder, y varias veces señaló con los dedos al cielo antes de ponerse la mano en el pecho al cruzar la línea de meta.

Otro belga, Wout van Aert (Jumbo-Visma), fue segundo, con el francés Bryan Coquard (Cofidis) tercero.

Antes de la contrarreloj de 25,7 kilómetros (St. Gallen a Abtwil) de la última etapa, el danés Mattias Skjelmose (Trek-Segafredo) lidera la general, ocho segundos por delante del austriaco Felix Gall (AG2R Citröen) y 18 segundos por delante del español Juan Ayuso (UAE Emirates).