Ryan Crouser añadió, a falta de la validación oficial del récord, 19 centímetros a su propio récord mundial de lanzamiento de peso al lanzar la bola a 23 metros y 56 centímetros. Fue el sábado en el Gran Premio USATF de Los Ángeles, la sexta reunión de esta temporada del Circuito Continental de Oro del Atletismo Mundial.
No tuvo el glamour de un Mundial o de unos Juegos Olímpicos, pero no hay que descartarlo porque el americano siente que aún le queda mucho más por ofrecer.
"Todavía parecía una reunión de principio de temporada. Estoy muy emocionado porque no me sentí fino del todo", explicó el campeón mundial y olímpico. "Sentí que tenía una tonelada de potencia y atrapé una grande, pero todavía hay mucho más ahí".
Y eso es porque Crouser ha estado trabajando en una nueva técnica, que implica un paso más grande sobre el círculo en lugar de una postura más estática. Con esos giros rápidos, que utilizó desde su segundo hasta su último lanzamiento, se sintió muy a gusto. Tanto, que se puede decir que la técnica y él mismo hicieron 'click' al mismo tiempo.
"Por fin vi la extensión que buscaba", añadió Crouser. "Eso es lo que más me entusiasma".