Golpe de autoridad de Carlos Sainz en el Dakar en la etapa maratón
El desierto de arena más grande del mundo fue una tortura para el lenguaraz piloto catarí, que tuvo una fuerte avería en la suspensión delantera que le obligó a parar en mitad del desierto unas dos horas y le dejó sin opciones de volver a ganar la prueba.
Peor aún le fue al exlíder, el saudí Jazeed Al-Rajhi, quien chocó con una piedra y volcó su vehículo. Sin daños personales ni para él ni para su copiloto, se ha visto obligado a abandonar.
Con el problema mecánico que sufrió el jueves otro de los candidatos a la victoria, Stéphane Peterhansel, que se encuentra a más de tres horas del liderato de Carlos Sainz, sólo quedan dos grandes rivales para el madrileño: el sueco Ekström y el francés Loeb.
El primero, está a 20 m 21 s, mientras que el ganador de la etapa reina está a 29 m 31 s.
Sainz tuvo el día casi perfecto, incluso pudo jugar con el tiempo, sin arriesgar en exceso, sabedor de lo que les había pasado a sus rivales y de la ventaja que podía acumular con los que quedaban en carrera. Y aunque perdió la etapa de 835 kilómetros por 2 m y 1 s, la sonrisa no se la podía quitar nadie tras el golpe dado a la clasificación general.
Ahora toca descansar para afrontar el domingo una nueva jornada, ésta entre Riyadh-Al Duwadimi.