Fórmula 1 Focus: La F1 vuelve con una explosión y los guantes se rompen entre Norris y Verstappen

Tras una pausa otoñal inusualmente larga, la Fórmula 1 está de vuelta, y es justo decir que ha regresado a lo grande con uno de los mejores fines de semana de la temporada.

Aunque el dominio de Ferrari el día de la carrera no nos permitió luchar por la victoria, el Circuito de las Américas ofreció carreras emocionantes como siempre, tanto el sábado como el domingo; para mí, está a la altura de los mejores circuitos del calendario.

Es tan bueno que, mientras lo veía, no podía evitar desear que tuviera lugar al final de la campaña, ya que es un escenario mucho más digno para el clímax de una temporada que los que se han colocado ahí por razones extradeportivas.

Dicho esto, el Gran Premio de Estados Unidos aún podría convertirse en una prueba decisiva para el título, y estas son mis principales conclusiones.

En el fragor de la batalla, Verstappen sigue siendo el número uno

"Hay algo que decir sobre el hecho de que todas las victorias de (Lando) Norris han llegado cuando ha tenido un coche dominante y que ha flaqueado cuando se le ha puesto bajo presión en una batalla cerrada con otros pilotos", escribí en mi última columna tras el Gran Premio de Singapur, y ese siguió siendo el caso en Austin.

Quedó claro al principio del fin de semana que Red Bull había recortado distancias con McLaren durante las vacaciones de otoño y Max Verstappen lo aprovechó al máximo, superando a su rival por el título tanto en el sprint como en la carrera principal para ampliar su ventaja al frente del campeonato en cinco puntos, pero ese cambio podría haber sido fácilmente a favor de Norris.

Se colocó en la pole para la carrera del domingo pero, no por primera vez, había perdido el liderato al final de la curva 1, dejando pasar a Charles Leclerc como resultado de sus esfuerzos por defenderse de Verstappen, que finalmente también le pasó.

El británico bajó entonces la cabeza y alcanzó al holandés a falta de unas 10 vueltas, y la batalla que siguió fue un claro recordatorio de que uno de ellos ha estado luchando en la parte delantera de la parrilla durante toda su carrera en la F1 y el otro es bastante nuevo en la escena.

Verstappen defendió la última plaza del podio de forma excelente, posicionando su coche perfectamente una y otra vez para mantener a Norris detrás a pesar de tener neumáticos mucho más viejos, y cuando el británico finalmente forzó su paso, al final tomó la decisión equivocada.

Si la penalización de cinco segundos que le puso de nuevo detrás de su rival por el título fue justa o no es algo que analizaré en un segundo, pero realmente debería haber jugado a lo seguro y devolverle la posición teniendo en cuenta que tenía mucho más ritmo y podría haber adelantado a Verstappen de nuevo antes del final de la carrera.

El hecho de que prefiriera arriesgarse a recibir una penalización en lugar de tener que luchar por adelantar a su oponente de nuevo es un testimonio de la conducción defensiva de Verstappen, y el último de muchos ejemplos de que Norris y McLaren carecen de la capacidad de toma de decisiones bajo la presión para conseguir realmente un desafío por el título.

Las polémicas decisiones ponen el reglamento en el punto de mira

Dicho esto, Norris tiene mucho derecho a sentirse agraviado por el incidente que le hizo perder el tercer puesto frente a Verstappen.

Es cierto que estaba fuera de los límites de la pista cuando adelantó al holandés, pero sin duda se vio forzado por el piloto de Red Bull; si no hubiera tomado una trazada más amplia, ambos habrían chocado.

Teniendo esto en cuenta, no creo que Norris pueda tener demasiadas quejas sobre su propia penalización -pasar a un coche fuera de la pista y no devolverle el sitio va objetivamente contra el reglamento-, pero sí sobre el hecho de que Verstappen no recibiera una penalización propia.

Al principio de la carrera, George Russell y Yuki Tsuonda se vieron involucrados en incidentes similares -ambos iban por el interior como Verstappen y también forzaron a sus rivales a abrirse- y recibieron sanciones de cinco segundos por forzar al piloto con el que competían a salirse de la pista, así que ¿por qué no el vigente campeón?

Bueno, según las directrices oficiales, se salió con la suya porque estaba por delante en la salida de la curva en la que forzó a su oponente a salirse de la pista, mientras que Russell y Tsunoda estaban por detrás, atacando en lugar de defendiéndose.

Las reglas son las reglas, pero no estoy seguro de que ésta sea justa. ¿No debería permitirse a los pilotos hacer que la persona contra la que luchan elija entre chocar contra ellos o sobrepasar los límites de la pista?

No es la primera vez que tengo la sensación de que los comisarios deberían ser menos rígidos y aplicar más el sentido común, juzgando cada incidente individualmente en lugar de tener una norma cuestionable de talla única.

Ferrari y Lawson mantienen la presión sobre Pérez

Dado que Red Bull nunca tomó en serio a Tsunoda por razones que sólo ellos conocen, Daniel Ricciardo era el hombre con más posibilidades de sustituir a Sergio Pérez en Red Bull, por lo que se podría pensar que el abandono del australiano habría aliviado la presión sobre el mexicano, pero en Austin quedó claro que no es el caso.

Esto se debe principalmente a que Liam Lawson, el sustituto de Ricciardo, fue uno de los pilotos del fin de semana, ganando 10 puestos el domingo para terminar noveno, a sólo dos posiciones y 10 segundos de Pérez en un coche mucho más lento.

Eso hará saltar las alarmas de 'Checo' dado que Christian Horner y Red Bull han reconocido que Lawson sea ascendido y conduzca junto a Verstappen la próxima temporada es una posibilidad si impresiona en las carreras que quedan este año.

Lo que es más, Ferrari llegó al Estado de la Estrella Solitaria con el mejor ritmo de carrera de todos y se alzó con el primer y segundo puesto, situándose a sólo ocho puntos de Red Bull como resultado.

Las exitosas mejoras de otoño de la escudería italiana han puesto a los vigentes campeones en serio peligro no sólo de no defender su título de constructores, sino también de quedar segundos, lo que les costaría mucho dinero.

Si eso ocurre, puede que tengan que rodar cabezas, y teniendo en cuenta que su falta de puntos sería una razón tan importante como cualquier otra para tal resultado, la de Pérez sería una de las primeras en la guillotina.

Una combinación de Lawson impresionando y Ferrari superando a Red Bull seguramente significaría el final de su carrera en Red Bull, por lo que necesita desesperadamente terminar la temporada con una floritura.