Ha sido siempre la sonrisa del paddock, un tipo simpático y, lo más importante, rápido. Pero se bloqueó en McLaren y no levantó cabeza ni cuando le dieron una nueva oportunidad en el RB, el filial de Red Bull. Él esperaba sustituir a Checo Pérez y volver a compartir box con Verstappen, pero al final el sustituido será él.
Helmut Marko ya desveló que Ricciardo no seguiría la próxima temporada porque los accionistas consideraban que en un equipo junior debería haber pilotos jóvenes. Y el elegido será Liam Lawson. Pero el adiós puede llegar más pronto y el australiano lo sabe. De ahí la emoción que mostró en los micrófonos de Dazn.
"Miro atrás, tantos años... cuando estaba en los karts y aún me veo en esa posición y soñando con estar aquí... sólo estar aquí tanto tiempo como he estado, es emotivo, pero no quiero mirar atrás y estar triste. Ha habido muchos saltos como también bajos, así es el deporte. He tenido la oportunidad de hacer mucho y no todo el mundo ha tenido esta oportunidad", ha reflexionado.
Lo que sí es cierto es que, si ha sido su última actuación, ha sido brillante y jugando en equipo. Sin opciones de puntos, entró en boxes en la penúltima vuelta para calzar gomas nuevas e intentar hacer la vuelta rápida para quitarle un punto a Norris, rival de Verstappen en el Mundial. Objetivo conseguido. Así es Ricciardo.