La victoria del piloto de Penske fue su quinta consecutiva en un circuito ovalado, una racha que se remonta a la temporada pasada e incluye las 500 Millas de Indianápolis en mayo.
Josef Newgarden rebasó a dos rivales en la misma curva para tomar la delantera en la vuelta 31 y se encaminó sin fallas hasta cruzar la meta.
El estadounidense terminó con 0.7050 segundos por delante de su compañero de equipo de Penske y actual campeón de IndyCar, el australiano Will Power, después de un sprint de tres vueltas hasta la meta.
De las quejas a la euforia
En la reanudación, Power adelantó a Felix Rosenqvist por el segundo lugar. Rosenqvist se fuelargo y perdió puestos ante Alex Palou y Scott McLaughlin.
El líder de la clasificación general fue tercero para Chip Ganassi, mientras que Rosenqvist regresó para ocupar el cuarto lugar por delante del neozelandés McLaughlin.
El mayor drama al final de la carrera se produjo después de que el estadounidense Sting Ray Robb perdiera su rueda trasera derecha, con Newgarden entre una serie de pilotos que evitaron por poco chocar contra ella.
Al igual que el sábado, solo cinco pilotos estaban en la vuelta del líder cuando la carrera terminó en el circuito de 0,894 millas.
Newgarden, que se molestó el sábado por el tráfico tardío, era todo sonrisas después de firmar su segunda victoria del fin de semana.
Más emoción
"Estoy feliz", dijo Newgarden, que promedió 159,4 mph (256,53 km/h).
"Poder volver y hacerlo de nuevo (ganar en la segunda carrera) hacer que nuestro auto sea un poco mejor... es un esfuerzo fantástico de todos", agregó.
Newgarden se unió a los cuatro veces ganadores de las 500 Millas de Indianápolis, A.J. Foyt y Al Unser como los únicos pilotos en ganar cinco carreras ovaladas consecutivas en la serie IndyCar.
Con la victoria, Newgarden cerró la brecha en la clasificación general con Palou, quien todavía tiene 80 puntos de ventaja a falta de cinco carreras.