El circuito de Mugello es territorio Bagnaia, donde nadie puede hacerle sombra.

Se exhibió en el esprint el sábado y este domingo, para mayor honra de todos sus compatriotas, repitió incluso a pesar de su sanción en parrilla, que le hizo salir quinto. Le dio igual. En la segunda curva ya lideraba la carrera a pesar de los intentos de su máximo rival, el poleman Jorge Martín. Y así hasta el final.

Fue una salida limpia y una carrera en la que, con el dominio insultante de las Ducati 2024, las vueltas pasaban sin que hubiera adelantamientos entre los primeros. Ni que fuera esto la F1 en Mónaco.

Bastianini aguantaba sin dificultades su posición de podio mientras Marc Márquez y Pedro Acosta peleaban entre sí por detrás. Así hasta la vuelta 18, en la que el ilerdense, tras estudiar de cerca durante varios giros al italiano, por fin pudo superarlo para subir temporalmente al cajón. 

Por desgracia para él, le salió respondón Bastianini, que le superó a dos vueltas del final, toque incluido entre las monturas. Tan crecido estuvo con ese adelantamiento que incluso se animó a ir por el segundo puesto. Parecía imposible, pero en la última curva, por el interior, se coló ante Martín para birlarle la segunda plaza y firmar el doblete italiano, y del Ducati Lenovo Team, en el día de su país. 

No hacía falta que el de Pramac Racing se quitara el casco para saber cuál sería su cara en un fin de semana muy decepcionante para él.