Dos pésimos cuartos dejan al Barcelona y Valencia derrotados ante Olympiacos y Milán
Olympiacos-Barcelona 77-70
El Barça no pudo sumar su sexta victoria consecutiva en Euroliga a pesar del gran comienzo de partido, liderado por Mirotic y Sanli, con el que sorprendió a Olympiacos (11-20). Todo se vino abajo en cuanto los griegos apretaron en defensa, cambiaron a zona, y dejaron en solo siete puntos la anotación azulgrana en el segundo cuarto (29-27) con un paupérrimo 1/11 en triples.
En la segunda mitad, Laprovittola, que acabó con 15 puntos y 8 asistencias, tomó la responsabilidad en ataque. Pero la defensa helena seguía haciendo estragos sobre Mirotic. La igualdad fue la nota predominante hasta prácticamente el final del choque, aunque siempre con los locales por delante.
En los tres últimos minutos llegó la hecatombe de los de Jasikevicius, que no supieron jugar bien sus posesiones, y la explosión de Vezenkov quien, con 5 puntos seguidos, sentenció el choque con el 77-70 final.
Valencia-Armani Milano 80-84
Se alejan los de Mumbrú del top8 de Euroliga con una derrota fraguada en un mal tercer cuarto y en el acierto exterior de los italianos, quienes suman cinco triunfos seguidos en Euroliga.
El Valencia, con Webb III y Harper al mando, mandó sin problemas en los primeros diez minutos (21-17) y siguió con la misma tónica hasta el ecuador del segundo cuarto gracias a Jassiel Rivero. Pero cuando mejor pintaban las cosas para los locales apareció Napier, y junto a él, los triples de Ricci y Melli, para ganar el parcial y volver a meterse en el choque (42-39).
En la reanudación, el Valencia se vino abajo por completo. El acierto lejano de Napier se mezcló con la desastrosa dirección de Chris Jones para que los milanistas abriesen hueco con un sonrojante parcial de 13-26 (55-65).
Parecía todo perdido hasta que Harper, que firmó 15 puntos, y Puerto aparecieron en escena. La mejora defensiva ayudó también a recortar y a soñar con la remontada a 14 segundos del final al ponerse solo uno abajo. Ahí, de nuevo Napier anotó para zanjar la cuestión y llevarse la victoria a Milán.