Draymond Green acusa a un fan de los Bucks de amenazarle y hace que le echen del pabellón
Draymond Green, para desgracia suya y de los seguidores de los vigentes campeones de la NBA, los Golden State Warriors, lleva un tiempo en que está en el foco más por motivos extradeportivos que por su buen hacer sobre el parqué.
Si en pretemporada protagonizó una lamentable agresión a su compañero de equipo Jordan Poole, al que propinó un puñetazo en la cara durante un entrenamiento que su equipo no sancionó acorde a la gravedad de los hechos, esta vez tuvo un altercado con un aficionado asistente al Fiserv Forum de Milwaukee, donde los Bucks se pasearon con una victoria por 128-111 sobre los actuales campeones.
Quedaban seis minutos y medio para el final del tercer cuarto, con la estrella local Giannis Antetokounmpo preparada para lanzar dos tiros libres con sus Bucks 81-59 arriba, cuando se pudo observar a Green discutiendo acaloradamente con un hombre que estaba sentado en uno de los fondos del recinto, al que le decía que era "una mierda" y que explicara una crítica de este sobre un pase que habría hecho el cuatro veces campeón de la liga estadounidense.
El juego continuó pero, un minuto más tarde, el ala-pívot le pidió a los árbitros que solicitaran la expulsión del fan y no se detuvo hasta que los miembros de seguridad le ordenaron marcharse del pabellón. La NBA siempre es estricta con este tipo de incidentes y suele recordar antes de cada partido el código de conducta que tienen los asistentes a cada encuentro, amenazando con echarles si realizan gestos o comentarios obscenos o insultantes.
Según Green, el seguidor de los Bucks le dijo "frases que amenazaban su vida", aunque no las explicó detalladamente. También afirmó que estuvo cerca de revolverse y recriminarle cara a cara su comportamiento, pero que prefirió simplemente contarles a los árbitros James Capers, Ben Taylor y Ray Acosta lo sucedido para que actuaran en consecuencia.
El integrante de los Warriors explicó su opinión sobre este tipo de incidentes e instó a que se sea más duro con los aficionados y menos con los jugadores: "Algunos piensan que los jugadores de la NBA son sobrehumanos y que están por encima del bien y del mal. Entonces llegan y te dicen algo, les respondes y te multan a ti, así que ellos vuelven a casa y se ríen con sus amigos porque es como un aliciente para ellos. Está bien que se lo podamos decir a los árbitros para que les echen, pero no hay consecuencias reales porque puede que les expulsen del partido o que incluso se vayan arrestados, pero no pasa nada más. Deberían hacer leyes contra esto, porque es el único modo de que no pase".
No es el primer incidente de jugadores con el público
El del martes no fue el primer altercado de Draymond Green con un aficionado. Hace menos de dos semanas, tuvo que pagar una multa de 25.000 dólares por otra discusión con una persona del público, en ese caso de Dallas, mientras estaba sentado en el banquillo.
Pero no solo ha tenido este tipo de problemas el ex de Michigan State. En noviembre de 2021, LeBron James hizo que una pareja de asistentes al partido de Los Angeles Lakers ante los Indiana Pacers fuera expulsada del Bankers Life Fieldhouse de Indianápolis, al parecer porque la mujer le deseó que su hijo muriera en un accidente de tráfico, lo que encendió las iras de la estrella angelina.
Otro más de los muchos ejemplos lo protagonizó otro jugador de los de oro y púrpura, Russell Westbrook, cuando pertenecía a los Oklahoma City Thunder en 2016, que tuvo que ver cómo un seguidor de los Philadelphia 76ers le hacía gestos y comentarios insultantes por los que también fue invitado a abandonar el Wells Fargo Center de la ciudad de Pensilvania.
Aunque el caso más exagerado y lamentable fue el llamado Malice at the Palace de noviembre de 2004 en el partido entre los Detroit Pistons y los Pacers disputado en el Palace of Auburn Hills, nombre por aquel entonces del pabellón de los de la Motown. Aunque en esa ocasión la bronca se originó entre los jugadores de ambos equipos, no tardó en extenderse a los aficionados, con agresiones por todas las partes que supusieron multas millonarias y sanciones ejemplares (Ron Artest llegó a ser sancionado por toda la temporada).