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El atípico mercado de fichajes invernal: más animado y con 'trampas' por el Mundial

Daniel Núñez
Ounahi dialoga con Regragui
Ounahi dialoga con RegraguiKARIM JAAFAR / AFP
El cambio de fechas provoca que los principales nombres propios del campeonato puedan cambiar de equipo a mitad de temporada, pero no a cualquier precio...

Las fechas del mercado de invierno son las mismas de siempre y las normas tampoco sufren ninguna modificación que debamos reseñar. Lo que sí condiciona esta ventana de movimientos es, sin lugar a dudas, el contexto. El Mundial es el mayor evento futbolístico de selecciones, lo cual se traduce en un mayor impacto mediático. Como todos los focos están puestos ahí, aquello que sale de los márgenes preestablecidos pasa a un primer plano; cualquier mínima sorpresa adquiere una dimensión inaudita.

Aquel prometedor James

Los protagonistas del torneo, claro, son los jugadores. Todos saben, especialmente los más jóvenes y quienes compiten en clubes de menor renombre, que es un trampolín único hacia el estrellato o, al menos, hacia una mejora contractual más que interesante. Un buen rendimiento en las semanas que dure cada selección puede provocar que hasta el más desconocido de los mortales aumente su popularidad. Y si sirve para contrastar y culminar una buena trayectoria previa, como James Rodríguez (Mónaco y Oporto), hasta viene todo un Real Madrid con unos 80 millones de euros preparados y te lleva al Santiago Bernabéu.

Pero no, tampoco es necesario que busquemos el ejemplo más recordado y épico de todos porque empieza a estar muy manido. Además, puede ocurrir todo lo contrario: Cristiano Ronaldo, sin equipo después de su polémica y complicada salida del Manchester United, afrontaba la cita como una oportunidad única para mantenerse en Europa, pero arrancó como titular y terminó relegado a una nueva e inesperada posición como suplente. No pasó de la banda al centro del ataque, sino del césped al banquillo.

Grandes revelaciones

Si volvemos a esos casos más amables, porque lo de Ronaldo hasta duele un poco (sin bufandas y aparcando cualquier tipo de animadversión hacia su figura), la selección de Marruecos es el blanco fácil. Prácticamente todos sus jugadores, incluido el técnico Walid Regragui, se han revalorizado después del gran éxito cosechado en Catar. Bono, en el Girona hasta la campaña 2018/19, ha subido un escalón y ya se codea con los más grandes guardametas, mientras que Ounahi, que milita en el Angers, ha regalado al mundo una fantástica de presentación y ha sido vinculado, entre otros, con el Barcelona.

Josko Gvardiol, pese a estar más desafortunado contra Argentina, ha vuelto a rendir a un fantástico nivel y ya es, si es que no lo era antes de pasar por Catar, una de las grandes promesas del fútbol europeo porque aún tiene 20 años (eso sí, suma ya una Eurocopa y un Mundial). Enzo Fernández (21) es un caso similar, no solo por edad, sino por rendimiento y experiencia (juega la Champions, igual que el croata -RB Leipzig-, pero defendiendo los colores del Benfica).

Se espera un mercado invernal bastante agitado, aunque a la vista de lo ocurrido en el país de Oriente Medio, son otros muchos los candidatos a recibir suculentas ofertas. Los clubes que tienen sus derechos, claros, tratarán de sacar una buena tajada. Dejando a un lado la situación contractual de cada uno de ellos, lo cual merecería un análisis individual y exhaustivo, citamos a varios de los futbolistas señalados: Cody Gakpo (Países Bajos, PSV), Ismaïla Sarr (Senegal, Watford), Mohammed Kudus (Ghana, Ajax), Sofyan Amrabat (Fiorentina, Marruecos) y Andries Noppert (Países Bajos, Heerenven).