El ciclón Alcaraz arrasa a Tsitsipas y avanza con fuerza hacia Djokovic en semifinales
Carlos Alcaraz demuestra seguridad nada más salir del vestuario. Su mirada y su lenguaje gestual ya indican el tipo de jugador del que se trata. Su autoconfianza es enorme y eso se plasma en la pista. Tsitsipas sabía muy bien cómo se las gasta el joven murciano (20) ya que, a sus 24 años, y siendo nº 5 del ranking ATP, aún no había conseguido derrotar al español en ninguna de las cuatro ocasiones en que se han enfrentado. Tampoco lo haría en esta ocasión.
El griego empezó fuerte, queriendo intimidar en el primer juego pero su intención duró poco tiempo. Alcaraz ganó su servicio y, a continuación, le rompió el servicio a su rival. Primer break y 2-1 para el ciclón de El Palmar.
Alcaraz sacó a pasear el cañón que lleva en su derecha, ajustó bolas al máximo y se colocó 4-2 en un santiamén. Tsitsipas no encontraba el arma adecuada para frenar al monstruo. Carlitos terminó de pasar el rodillo por la Philippe Chatrier para destruir la moral del griego con un contundente 6-2.
Debe resultar muy frustrante para los rivales enfrentarse a un animal competitivo como Carlos. El segundo set comenzó con otra rotura de servicio a favor del español con juego en blanco. El chico tenía prisa por irse a cenar. A Alcaraz le entraba todo. Golpeaba fuerte, buscaba y encontraba las esquinas, alternaba con algunas de sus clásicas dejadas y veía el lado contrario de la pista como si fuera un campo de fútbol.
El murciano destruyó moralmente a un top 5 mundial con un demoledor 6-1 en el segundo set. Un jugador así es absolutamente inabordable. La sensación del griego era de impotencia absoluta. En la retransmisión televisiva de Eurosport, Alex Corretja confesaba que no había visto un partido tan bueno a Alcaraz en toda su vida.
En el tercer set, Carlos vio tan cerca la victoria que bajó un poco la guardia, se relajó, empezó a cometer errores que antes eran inimaginables, muchas bolas se le iban fuera y Tsitsipas lo aprovechó para darle un susto al ponerse 5-5 y luego forzar el tie break. La lección para el joven prodigio es que nunca hay que dar algo por conseguido hasta que no se haya rematado la faena. Lo hizo en el desempate con un 7-5 a su favor y la moral por las nubes.
El año pasado, Carlitos cayó en cuartos de final con Zverev. Esta vez ya ha dado un paso más pero no se conformará. El gran Djokovic espera en semifinales. Duelo de altos vuelos. El serbio no estará muy tranquilo si ha visto el recital del murciano, especialmente en los dos primeros sets.