El Girona se gusta en Montilivi y da una exhibición ante un débil Almería (6-2)
El entrenador del Girona, Míchel, no pudo ocultar su preocupación por la derrota contra el Cádiz de la semana pasada, asegurando que había sido el peor partido de la temporada, por lo que sus hombres salieron extramotivados al terreno de juego del Estadio Municipal de Montilivi, un fortín para los catalanes en la presente campaña, con la firme intención de alejarse de la zona de descenso y asentarse en la zona media de la tabla.
El Almería, por su parte, venía dando muestras de flaqueza con dos derrotas consecutivas y una debilidad defensiva a tener en cuenta (no en vano es el segundo equipo más goleado de LaLiga) como habían avisado tanto Rubi como Fernando Martínez, que quizá se imaginaba la que le venía encima este viernes.
Festival del Girona en el primer tiempo
Y nada como meter la primera que tienes para que un partido se te ponga de cara, como le pasó al cuadro gerundense en un ejercicio de pegada y de efectividad prácticamente inmejorable en la primera mitad.
Porque aunque los andaluces no comenzaron mal, al minuto 8 ya iban perdiendo cuando un preciso centro de Arnau al segundo palo encontró al Taty Castellanos, que cabeceó picado para batir a Fernando, que llegó a tocar el balón sin éxito.
A veces basta un solo gol para que un partido dé un giro de 180 grados, porque desde ese momento solo hubo un equipo en el feudo catalán y vestía de rojiblanco. Todos los disparos a puerta que hubo en la primera parte acabaron besando el fondo de la red para desgracia de un Fernando que solo podía lamentarse al ver que le llegaban al área con una nula respuesta por parte de su defensa.
Y pudo ser peor para los indálicos porque el propio Castellanos vio cómo el colegiado Valentín Pizarro le anulaba el 2-0 por fuera de juego, pero el último cuarto de hora de la primera mitad fue una pesadilla (y una fantasía para los locales, claro).
El ciclón lo comenzó Tsygankov, cuando culminó una bonita triangulación con Aleix García y Rodrigo Riquelme para estrenarse en liga. No había pasado ni un minuto cuando el propio Riquelme, que volvió a dar muestras de una clase superior a la media de su equipo, aprovechó un robo de un hiperactivo Aleix Garcia tras el saque de centro para plantarse delante del arquero rival y poner el tercero con un disparo cruzado.
La locura culminó poco antes del descanso. Los de Míchel estaban jugando como los ángeles y, con la confianza por las nubes, se inventaron otro jugadón en el que Tsygankov, con un gran taconazo, propició que Javi Hernández dejara el partido más que resuelto.
El Almería mostró orgullo tras el descanso, aunque sin premio
Aunque ya estaba todo el pescado vendido y un Rubi desesperado hizo hasta cuatro cambios de una tacada para el segundo tiempo, el conjunto almeriense tiró de orgullo para recortar distancias obra de Ramazani de volea en el minuto 66.
Por si acaso sus oponentes se pensaban que tenían alguna diminuta opción de remontada, esta quedó totalmente esfumada con otros dos goles en dos minutos del Girona. Iván Martín y Stuani, que acaban de entrar al campo, prácticamente lo primero que hicieron fue celebrar con la afición el quinto y el sexto.
El primero, con una especie de remate/centro que, en un día en el que todo va de cara, se coló en la portería rival. El segundo, haciendo bueno otro taconazo del propio Martín para certificar el particular set gerundense, aunque a última hora El Bilal Touré, tras regatear a Gazzaniga, puso el 6-2 final que dejó con la moral al máximo a los de casa, que ya están más cerca de los puestos europeos que de los de abajo, y con el agua al cuello a los de fuera, que ven cómo comienzan a acercarse peligrosamente a los puestos de descenso.
Jugador Flashscore del partido: Riquelme.
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