El noble arte de la rentabilidad: cada gol del Burgos vale cinco puntos

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El noble arte de la rentabilidad: cada gol del Burgos vale cinco puntos

El noble arte de la rentabilidad: cada gol del Burgos vale cinco puntos
El noble arte de la rentabilidad: cada gol del Burgos vale cinco puntosBurgos C.F.
El Burgos, que se encuentra en la zona alta de la clasificación en Segunda, ha marcado dos goles y suma ya diez puntos; todavía no ha encajado en lo que llevamos de campeonato.

El Burgos C.F. se está confirmando como el equipo sólido y férreo que ya fue en la pasada temporada. Era un recién ascendido y, como tal, uno de los principales candidatos a descender de categoría. Sin embargo, el conjunto dirigido por Julián Calero terminó en undécima posición, con doce puntos más que la U.D. Amorebieta, el mejor equipo de entre los cuatro que bajaron. Encajaron menos goles (41) que el Real Valladolid y el Girona F.C, ambos en Primera ahora.

No sorprende pues que sea uno de los más destacados en el apartado defensivo, pero muy pocas veces se ve que un equipo logre rentabilizar tanto sus goles. Tan solo le han bastado dos para sumar 10 puntos y colocarse en el sexto puesto de la clasificación. Después de seis jornadas, el guardameta José Antonio Caro sigue manteniendo las redes de la portería sin ningún rasguño. Los burgaleses han ganado por un tanto de diferencia en un par de ocasiones y han empatado a cero en las cuatro restantes.

Los de El Plantío, un estadio con capacidad para acoger a 12.200 personas, tienen el peor registro de la categoría en la faceta ofensiva junto al Racing de Santander. Son los dos únicos equipos que no han llegado siquiera a los tres goles. El próximo rival para los de Castilla y León es el Levante, que viene de Primera y oposita a regresar a la élite. Prueba de nivel para el Burgos, dispuesto a seguir haciendo historia.

Desde la temporada 1995/96

Dejar la portería a cero en las seis primeras jornadas de la competición es algo extraordinario. No ocurre en Segunda División desde la temporada 1995/96, cuando el Toledo impuso todo un muro en defensa para mantenerse imbatido. Duró siete partidos, hasta mediados de octubre. En el octavo, paradójicamente, recibió cuatro goles en 90 minutos, una dura derrota contra el Hércules (4-0) que le hizo perder el tercer puesto. Finalmente acabaron en novena posición, mientras que los alicantinos terminaron líderes.