El primer Clásico del año y la posible nueva realidad del fútbol español
La RFEF y los jeques saudíes tienen la final que deseaban tras dos partidos de infarto en semifinales que se decidieron en la tanda de penaltis. El Real Madrid y el FC Barcelona disputarán su segundo Clásico de la temporada. El primero, correspondiente a la jornada 9 de LaLiga, terminó con 3-1 favorable a los blancos.
Aquel día el Barça no fue rival para los hombres dirigidos por Carlo Ancelotti (63), pero ahora la realidad es muy diferente. A los de la capital de España se les ve muy justos físicamente mientras que los catalanes dan muestras de estar asimilando cada vez mejor la idea que Xavi Hernández (42) les quiere transmitir.
Ese cambio de tendencia nos lleva a pensar en otro más profundo, una posible permuta del dominio en el fútbol español. Desde que su actual entrenador ocupa el banquillo, los de la Ciudad Condal no saben lo que es ganar un título y creen que ha llegado el momento de volver a ser un equipo que aspire a este tipo de cotas.
La necesidad de imponerse a su rival del domingo crece cuando tenemos en cuenta que durante la ‘era Xavi’ el Real Madrid ha levantado una Champions League, una Liga, una Supercopa de España y una Supercopa de Europa.
Sin duda, el balance es muy desigual, algo que pesa en las mentes de los aficionados culés, que comienzan cada temporada con la ilusión y la esperanza de recuperar la gloria perdida y siempre se topan con el muro de la desesperación.
Sensaciones opuestas
Aunque Xavi calificó de “decepcionante” la segunda parte de los suyos contra el Betis, lo que les llevó a tener que disputar una prórroga y tirar penaltis, lo cierto es que la imagen general que dejaron fue notablemente mejor que la del Real Madrid ante el Valencia, por el que fue dominado en gran parte del encuentro.
Por contra, la escuadra merengue se mostró pesada, sin recursos y con falta de ritmo en su duelo contra los ‘ches’. Una situación preocupante en un momento en el que se juegan ganar la Supercopa española y el Mundialito de clubes, además de la ida de octavos de final de Champions contra el Liverpool. Todo en poco más de 30 días.
Sí, en pleno mes de enero y con el tramo más exigente del curso por disputarse, la Federación Española ha decidido que lo mejor es decidir los pases a la final con prórrogas. Tras un Mundial que ya tuvo muchas y a 7.000 kilómetros de España. La gran obra de Luis Rubiales (45) y Gerard Piqué (35) no se parece mucho al fútbol para los aficionados que prometieron los opositores de la Superliga. No es ni para los futbolistas.
Es un Clásico y hay un trofeo en juego. Las espadas están en todo lo alto. El cambio de ciclo que puede producirse es muy importante y la expectación es máxima. Conseguirá el Barça comenzar a enderezar su rumbo o harán gala los madrileños del poderío que suelen exhibir en las finales para agregar un nuevo trofeo a una vitrina que se ha ampliado sobremanera en los años recientes.