A veces, la línea que separa el éxito del fracaso es muy fina. En el caso del Real Madrid medía exáctamente 11 metros. Los que discurren desde el punto de penalti hasta la portería. Esos que recorrió el balón para terminar en gol cuando lanzaron Modrić y Rodrygo, pero en los que Josip Juranovic (27) se topó con la figura de Courtois impidiéndole marcar.
Y es que la primera mitad del partido fue eso. Un ir y venir en el que solo se paraba para lanzar penas máximas. Tres se pitaron antes del minuto 35 de juego y dos se convirtieron, ambas por parte de jugadores merengues. Primero el ’10’ y después el ’21’ ejecutaron magistralmente engañando al meta del cuadro escocés.
En línea con el loco devenir del choque, en el que cualquier acción desafortunada podía complicar las cosas a los chicos de ‘Carletto’ y hacerles caer al abismo del segundo puesto, los tres penaltis tuvieron un origen algo rocambolesco. Los del Celtic, cuya afición animaba incondicionalmente, vinieron precedidos de manos cuyos autores no pudieron evitar. El del Madrid, de uno de los clásicos cortocircuitos de Ferland Mendy (27), que se tiró al suelo a robar y derribó al rival.
Los locales recorrieron pronto los 11 metros que necesitaban para ser líderes del Grupo F, pero no quisieron relajar el tempo. Siguieron cayendo en tromba sobre la portería defendida por Joe Hart (35).
Si a alguien le gusta el vértigo es a Vinícius Junior (22). Algo desacertado en los primeros 45 minutos, el brasileño se desquitó rematando al primer toque un servicio descomunal de Fede Valverde (24) desde la derecha para el 4-0. Como nadie bajaba el ritmo, Ancelotti intervino retirando a los jugadores con más minutos acumulados.
Lejos de atender a la lógica de templar los ánimos, el ‘pajarito’ se sumó a la fiesta con un nuevo derechazo desde fuera del área. Esta vez prefirió la colocación a la potencia, pero surtió el mismo resultado que de costumbre. Llega volando a Catar.
No quisieron irse los visitantes de la Liga de Campeones sin darle una alegría a su incondicional afición. En el minuto 84, Jota (23) lanzó magistralmente una falta desde el borde del área y batió a un Courtois que poco pudo hacer para evitar el 5-1 definitivo.
Regreso al pasado
En una noche para el disfrute, apareció un actor que aún quiere dar alegrías al público del Bernabéu. Tras mucho tiempo sumido en una profunda desazón, el mallorquín Marco Asensio tiró de las riendas del Madrid desde la banda derecha. Generó peligro, repartió el juego a las mil maravillas y marcó el 3-0.
Nos recordó al de los viejos tiempos. Intentó cosas sin pudor. De una vez por todas dejó a un lado la losa que arrastraba desde su grave lesión y fue feliz jugando al fútbol. Una gran noticia para la segunda parte de la temporada.
De primera siempre es mejor
Tras una semana negra, el Real Madrid no quiso relajarse en ningún momento. Muchas veces se acusa a los blancos de levantar el pie del acelerador. De relajarse. Pues bien, el Celtic pagó los platos rotos de la peor manera posible.
Los merengues marcaron terreno de forma implacable. En su afán por no perder un solo segundo, anotaron todos sus goles al primer toque. Ya fuese a balón parado o por medio de buenos remates tras asistencias medidas.
Jugador Flashscore del partido: Marco Asensio