El texto, aprobado en una votación simbólica en la cámara alta, establece una alícuota del 12% para las casas de apuestas y 15% sobre los premios obtenidos por los ganadores.
Además, prohíbe la participación de menores de 18 años, personas con influencia sobre resultados -árbitros, entrenadores, atletas- y funcionarios responsables por la reglamentación del ministerio de Hacienda.
Las alícuotas son más bajas a las aprobadas por Diputados anteriormente con el visto bueno del gobierno de Lula, que estipulaban entre 18% y 30%. Ahora el proyecto será analizado nuevamente por Diputados.
La iniciativa sufrió una modificación significativa este martes, por 37 votos a 27, al excluir de la reglas a los juegos de azar virtuales, como casinos y póker online.
Antes de las modificaciones aprobadas por el Senado, el ministerio de Hacienda de Lula esperaba recaudar al menos 1.200 millones de dólares al año con la reglamentación.
Según los entusiastas del proyecto, la reglamentación posibilitará, además de la fiscalización y el cobro de impuestos sobre las empresas, formalizar los empleos generados en el sector.