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Empire State of Football: la NFL se rinde ante los equipos de Nueva York

Miguel Baeza
Los jugadores de los New York Giants celebran un Touchdown de Saquon Barkley.
Los jugadores de los New York Giants celebran un Touchdown de Saquon Barkley.Getty Images via AFP
Hubo un tiempo, no hace mucho, en el que ir a jugar al estado de Nueva York era un regalo para casi cualquier equipo de la NFL. Las franquicias de ese estado encadenaban temporadas muy negativas como costumbre y los mejores jugadores, salvo alguna excepción, evitaban pasar por allí. En 2022, eso se ha terminado. Buffalo Bills, New York Giants y New York Jets son la envidia de la liga y ocupan las posiciones más altas de la clasificación, algo impensable hasta la pasada campaña.

Con permiso de los Philadelphia Eagles, que continúan intratables con un récord inmaculado de 6-0, el mundo del fútbol americano ha puesto los focos sobre las tres franquicias neoyorquinas de la NFL. Bills, Giants y Jets han acaparado las portadas en los últimos días por sus récords positivos, situación que no se suele dar simultáneamente prácticamente nunca a estas alturas de la Liga Regular.

Para que nos hagamos una idea, los Jets tuvieron el dudoso honor de ser el penúltimo clasificado  (31º) en el año 2020. Además, no pisan los Playoffs desde 2011, cuando cayeron en la Final de Conferencia a manos de los Pittsburgh Steelers (13-38). Ahora, marchan con balance de 4-2 que les aúpa hasta la tercera plaza de la AFC. Solo Ravens y Bengals han sido capaces de perforar su fantástica defensa.

Solo Philadelphia es capaz de mejorar al equipo más laureado de Nueva York en este arranque de campaña. Los Giants siguen de cerca en la NFC Este a los invictos Eagles con su 5-1. Espectacular récord para un conjunto defenestrado en 2021, cuando empataron en la 28ª posición con sus vecinos. Por suerte ya lo han olvidado y la “jungla de cemento” vuelve a ser temible para los forasteros. Ganaron todo lo que jugaron en pretemporada y solo los Cowboys, rivales de división, han conseguido tumbarles hasta el momento.

Menos sorprendente es la marcha de los Buffalo Bills como primeros clasificados de la AFC. Desde que quedasen los número 22 de la NFL en 2018, han afrontado un proceso de reconstrucción profundo en el que han alcanzado la Ronda Divisional de los Playoffs en dos ocasiones y la Final de Conferencia en una. Únicamente su peor verdugo, los Kansas City Chiefs, les ha privado de alcanzar la tan ansiada Super Bowl tanto en 2021 como en 2022.

Josh Allen saluda a los fans de los Buffalo Bills
Josh Allen saluda a los fans de los Buffalo BillsAFP

Vuelta a los turbulentos años 80

Los años 70 y 80 fueron de una decadencia social y política muy acentuadas para la ciudad de Nueva York. Barrios como Harlem o el Bronx veían a la pobreza invadirles y no podían hacer nada para remediarlo. La delincuencia estaba a la orden del día, y las autoridades miraban para otro lado. Sin embargo, fueron buenos tiempos para las franquicias de la NFL del estado homónimo.

Si viajamos a 1981 nos topamos con la última temporada en la que los tres equipos comparecieron al mismo tiempo en una postemporada. Todos corrieron la misma suerte. Fueron eliminados y no levantaron el trofeo de campeones. Los Jets se despidieron en la ‘Wild-Card Round’ y tanto Bills como Giants lo hicieron en las eliminatorias divisionales.

Aunque en aquella ocasión no alcanzaron la gloria, sí que han conseguido tocarla en, al menos, una ocasión. La primera y última vez de los New York Jets tuvo lugar en 1968, pocos años después de adoptar su actual nombre, que sustituyó al de Titans de Nueva York. Los Giants, han levantado más recientemente el trofeo Vince Lombardi, concretamente en 2011, de la mano del hermanísimo Eli Manning (41), y acumulan ocho campeonatos. Buffalo lleva más tiempo sin saborear las mieles del éxito, desde 1965.

Tres estilos muy diferentes

Han llegado donde están con maneras muy diferentes de hacer las cosas. Todas ellas han resultado ser válidas. Los Jets son un equipo con mucha confianza en la capacidad de su defensa para frenar el avance de las líneas ofensivas rivales. Construyen desde atrás. Ello les ha llevado a tener a sus jugadores muy arriba en las clasificaciones de estadísticas defensivas. Por ejemplo, el ‘linebacker’ CJ Mosley es el cuarto de la liga en el ranking de ‘tackles’ efectuados con 62.

Como ya hemos dicho en más de una ocasión, Saquon Barkley (25) es el referente absoluto de los New York Giants. El regreso del joven ‘runningback’ de una lesión de larga duración les ha cambiado la cara a los neoyorquinos. Basan su juego en la carrera y el jugador es clave para ese planteamiento. En las dos últimas semanas decidió el partido con touchdowns importantísimos. Además, el del Bronx es el segundo de la NFL en yardas terrestres.

La defensa de los Jets detiene a un jugador de los Packers
La defensa de los Jets detiene a un jugador de los PackersAFP

Por su parte, los Bills solo piensan en lanzar y recibir. Tienen al mejor quarterback del momento para ello. Josh Allen (26) necesita muy poco para calentar el brazo y así lo demuestran las 1.980 yardas de pase que le convierten en el mariscal más prolífico de la NFL. Tiene a su lado al mejor aliado para este cometido, Stefon Diggs (28). El receptor de Maryland lo atrapa todo y por ello es el tercero con más yardas -656- del campeonato y ha anotado seis de los 17 touchdowns lanzados por Allen.

De los tres equipos, el que más dudas sobre si podrá aguantar el ritmo genera son los New York Jets, pero mientras eso se descubre, seguiremos disfrutando de la música neoyorquina que inunda la mejor liga de fútbol americano del mundo.