Federico Valverde, el factor X para Ancelotti en partidos como El Clásico
Seguramente todos recordamos el famoso Real Madrid de los galácticos antes de su época de decadencia. Era un equipo único ya no solo por los jugadores que ponía en escena cada partido (Ronaldo, Zidane, Figo, Raúl, Beckham...), sino por tener un esquema táctico asimétrico gracias a un jugador que destacaba físicamente respecto a todos los demás. En aquella época era Roberto Carlos, el (para muchos) mejor lateral izquierdo de la historia y que, con su juego, desempeñaba labores de defensor, pero que hacía que su equipo pudiera jugar sin un extremo izquierdo como tal porque el brasileño llegaba a posiciones de ataque en un abrir y cerrar de ojos. "Es como si jugaran con 12 jugadores", se decía en aquellos tiempos del club madridista.
Han pasado bastantes años desde aquella etapa, pero como la historia es cíclica, el Real Madrid de 2022 cuenta con un equivalente al polivalente jugador de Sao Paulo, salvando las distancias. Estamos hablando de Federico Valverde (24), el futbolista anteriormente apodado "El pajarito", pero que ya ha evolucionado y ahora es "El halcón". Con el uruguayo, Ancelotti ha hecho olvidar la clásica discusión sobre si su equipo debería jugar con un 4-3-3 o con un 4-4-2, porque gracias a su estilo de juego, los merengues pueden jugar con ambas formaciones tácticas según les convenga en el transcurso de un partido.
Su polivalencia es la clave
Mucho se habló en verano de la falta de un extremo derecho habilidoso en el equipo presidido por Florentino Pérez, habida cuenta de que Rodrygo, que a veces ocupa esa demarcación, no parece encontrarse del todo cómodo por la derecha sino que prefiere jugar por dentro o incluso por la banda izquierda, de la que es dueño y señor su compatriota Vinícius, y otros jugadores como Asensio o Hazard no cuentan con muchos minutos ni suelen aprovechar los que tienen.
Por este motivo, en partidos importantes, el técnico italiano opta por poner al charrúa en esa posición para que cumpla una doble o incluso triple función: ayudar en las coberturas al lateral derecho, ser un centrocampista más cuando su equipo lo necesita e incorporarse al ataque gracias a su potencia y velocidad. De esta manera jugaron los blancos la mayoría de los partidos en las frenéticas eliminatorias de la Champions League de la pasada temporada, donde el de Montevideo fue determinante y, muestra de ello, fue su papel en la final contra el Liverpool, donde fue un titán por el frente derecho ayudando a frenar los ataques ingleses y, en el momento preciso, se descolgó al ataque para dar el pase del gol decisivo para que el Real Madrid consiguiera su decimocuarta orejona.
Además, a su juego versátil y de entrega le ha añadido esta temporada algo de lo que adolecía en años anteriores y que es lo más importante: el gol. Si en la 2021-2022 tan solo pudo anotar un tanto en 46 partidos, esa cifra ya la ha superado con creces en los dos meses de competición que se llevan disputados durante el presente curso, en los que ya lleva cuatro dianas en 13 encuentros. Ancelotti sabe lo que tiene entre manos y, a buen seguro, tratará de usarlo contra Xavi este próximo domingo 16 a partir de las 16:15 horas.