Prueba de fuego para los Jets ante unos inspirados Texans
La mejor liga de fútbol americano del mundo alcanza su ecuador con la disputa de la novena jornada de temporada regular. En plena noche de Halloween, los New York Jets, a la cola de la AFC Este junto a los New England Patriots, reciben en el MetLife Stadium a los Houston Texans, líderes de la AFC Sur, esperando que la velada no se convierta en una pesadilla.
De hecho, es muy probable que a los locales les toque truco y nada de trato. Acumulan cinco derrotas consecutivas y ya ni la magia de Aaron Rodgers, unida a la reciente incorporación de su socio Davante Adams, ha podido evitar la catástrofe que sobrevuela la Gran Manzana.
Completamente opuesta es la realidad que viven los del estado de la Estrella Solitaria. Han salido victoriosos en cuatro de sus últimos cinco compromisos y asustan al miedo. Buena parte de la culpa la tiene un CJ Stroud que ya brilló en su año de novato y al que le han proporcionado una plantilla con la que optar a cotas muy altas.
Sin embargo, esta semana hubo malas noticias para los Texans: su receptor estrella, Stefon Diggs, uno de los hombres que más balones reciben de la NFL, se perderá lo que resta de curso por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
Con esa pérdida en el juego aéreo, los visitantes pierden mucho, pero cuentan con argumentos de sobra en los que apoyarse sin perder capacidad de anotar. El corredor Joe Mixon y sus cinco touchdowns de carrera son sólo algunos de ellos.
Defender y rezar
Nueva York, por su parte, tratará de aprovechar el apoyo de la afición del MetLife. Las opciones de los chicos del entrenador jefe intrino Jeff Ulbrich pasan, en primer lugar, por defender con uñas y dientes. Después, pueden encomendarse a un Rodgers que, sin estar a su mejor nivel, es el octavo mariscal del campeonato con más yardas aéreas (1.896, justo por detrás de Stroud) y el noveno en pases de anotación, con 12.