Las protestas de los aficionados contra la Liga Alemana vuelven a provocar interrupciones
"Están arruinando nuestro deporte"
En el partido entre el Unión Berlín y el VfL Wolfsburgo, unas pelotas de tenis volaron al terreno de juego cuando el marcador era de 0-0.
El árbitro, Matthias Jöllenbeck, hizo sonar el silbato para reanudar el partido a los 11 minutos, pero tuvo que detenerlo de nuevo a los pocos segundos debido a nuevos lanzamientos. Ambos equipos fueron enviados a los vestuarios. El partido se reanudó tras una interrupción de aproximadamente media hora. Los aficionados corearon: "Estáis arruinando nuestro deporte".
Cinco minutos después de la reanudación, el partido tuvo que interrumpirse de nuevo, esta vez con pelotas de tenis volando desde el bloque de aficionados del Wolfsburgo. "Estamos muy cerca de no poder continuar el partido. Es el último intento del árbitro o pondrá fin a este partido", dijo el locutor Christian Arbeit por el micrófono del estadio antes de que se reanudara el juego.
También hubo una interrupción de 13 minutos en Mönchengladbach durante el partido del Borussia contra el Darmstadt 98. Los aficionados exhibieron pancartas en las que exigían que el Gladbach dijera no al proyecto de inversión. En los demás partidos no hubo interrupciones o éstas fueron breves.
No se trata de un incidente aislado
Las protestas contra el acuerdo de inversión de la DFL también provocaron una larga interrupción en el partido de Bundesliga del viernes entre el Borussia Dortmund y el SC Freiburg (3-0).
Mientras tanto, se produjo un escándalo en el partido de Segunda división entre el Hannover 96 y el Hamburger SV (3-4). Se sospecha que Martin Kind, del 96, votó a favor de un inversor y en contra de las instrucciones del club.
Los aficionados del Hannover habían llevado al Volksparkstadion de Hamburgo una pancarta en la que se podía ver el retrato de Kind, en el centro de una cruz. Encima de la pancarta se podía leer que los hinchas pedían que se suspendiera el partido.
Según un plan en tres fases introducido por la UEFA en 2011, los partidos deben cancelarse en casos extremos si se plantea una amenaza directa para la seguridad de una persona. En un principio, esta medida iba dirigida contra el racismo creciente en los estadios europeos. En consecuencia, la pancarta de los seguidores del Hannover probablemente no era una amenaza directa de violencia, sino que pretendía provocar una cancelación.