Benzema, el joven al que visitó Florentino Pérez y que se transformó en leyenda
En la temporada 2009-2010 el PSG aún era un proyecto en desarrollo. En ese entonces, el Lyon dominaba a placer la Ligue 1. El equipo, además, gozaba del rendimiento de un joven que era considerado como una de las grandes promesas de Francia. Karim Benzema sólo necesitó de 5 años para ganar 11 títulos con el Lyon. También se posicionó como una joya del fútbol galo y recibió una visita inesperada en su casa que cambiaría por completo su futuro.
Florentino Pérez, impulsado por los rumores y por la urgencia que tenía el Real Madrid de reforzar su delantera ante la edad de Raúl, fue directamente a la vivienda de Benzema en Lyon y lo convenció para fichar con el club blanco.
Días más tarde, el Lyon anunció que había llegado a un acuerdo con el Real Madrid. La operación fue tasada en 35 millones y a la presentación de Benzema en el Bernabéu asistieron tan solo 16.000 personas. Una cifra baja si se compara con las bienvenidas de otras figuras como James Rodríguez (80.000 personas), Kaká (50.000) o Hazard.
Benzema, Kaká y Ronaldo
Con poco marketing y un futuro prometedor, Benzema comenzó a tomar vuelo en una plantilla reforzada. Ese año, Florentino Pérez contrató a Kaká, a Cristiano Ronaldo y al ariete francés. Tres fichajes de lujo que, sin embargo, no ganaron la Champions League y que veían como el Barça de Guardiola instalaba una dinastía tiránica en España.
En su primer año, Benzema disputó 33 partidos, marcó 9 goles y entregó 6 asistencias. Sus cifras, ilusionantes, mejoraron en la 2010-2011, concretando 26 goles y 9 asistencias en 43 encuentros.
Paso a paso, Benzema empezó a ser importante para el Madrid. Primero, alternó la titular con Raúl y con Gonzalo Higuaín. Después, gracias a su versatilidad, se adueñó del ataque y le ayudó a Cristiano Ronaldo a limpiar a los defensores del camino con su enorme capacidad para arrastrar las marcas.
Con José Mourinho, Benzema tuvo más minutos. De la mano del portugués gestó una memorable 2011-2012. Aportó 32 goles y 19 asistencias en todas las competiciones e impulsó a Gonzalo Higuaín a pensar en un cambio de aires. Finalmente, el argentino se mantuvo en el Bernabéu por una campaña más. Benzema, sin embargo, ganó la partida.
Higuaín cambió LaLiga por la Serie A. Fichó por la Juventus y Benzema, en silencio, se adaptó a la nueva realidad del club.
Nueva era
El Madrid, por ese entonces, había tumbado la hegemonía culé en LaLiga. En la 2012-2013, Mourinho firmó una campaña memorable. El año siguiente, no obstante, perdió la final de la Copa del Rey ante el Atlético en el Bernabéu, las semis de Champions contra el Bayern con el recordado penalti de Sergio Ramos a las nubes y LaLiga de nuevo ante el Barça. La salida del portugués supuso la entrada de una nueva era.
Florentino Pérez apostó por el experimentado Carlo Ancelotti que, con un juego virtuoso y ofensivo, sacó el máximo provecho de Karim Benzema. El italiano, que consolidó a la BBC, ganó la Champions en el 2014 con un gran Benzema. En el 2015 vivió una situación similar a la de Mourinho: perdió las semis de la Champions, quedó eliminado de la Copa y LaLiga culminó en manos del Barça. Su suerte estaba escrita. Rafa Benítez aterrizó de emergencia y Benzema, en lugar de disminuir su nivel, lo aumentó con creeces.
Benzema rindió tanto con Benítez como con Zidane. Ambos, obligados por la presencia de Ronaldo, le brindaron más protagonismo al portugués. El galo, conforme, persistió en su trabajo y fue determinante en casi todas las temporadas. Quizás, su único punto negro fue 2017-2018, año en que, por culpa de las lesiones, marcó sólo 12 goles y aportó 11 asistencias, su cifra más baja en toda su etapa como merengue.
La salida de Cristiano, un antes y un después
En el último tiempo, tras la salida de Cristiano Ronaldo (37) del Real Madrid, fue ariete, goleador en dos temporadas y un líder. Antes, con el portugués y con Gareth Bale conformó la mítica BBC que impulsó a los merengues a conquistar las tres Champions consecutivas bajo la tutela de Zinedine Zidane.
Benzema, más allá de un estilo, fue uno de esos pocos jugadores que son capaces de marcar una época. De sus pies aterrizó en el Santiago Bernabéu la Champions League más emotiva del siglo. Esa Liga de Campeones ganada por accidente que nadie se esperaba. Esa ‘Orejona’ levantada en París ante un Liverpool que remató en más de nueve ocasiones a la portería de Courtois (31). Ese título que agiganta la leyenda blanca y que transformó al francés en un Balón de Oro tardío.
Como buen delantero, aportó una enorme cantidad goleadora. En total, disputó 648 partidos, anotó 453 goles y ofreció 193 asistencias. Criticado injustamente en los momentos de tensión, llegó a ser banqueado tanto en su selección nacional como en el Real Madrid. Gonzalo Higuaín, en su época, alcanzó a ganarle la titularidad al “gato”.
Cristiano Ronaldo, incluso, defendió a Karim Benzema en el 2018 de unos abucheos en el Bernabéu. El gesto del portugués fue aplaudido por Zidane quien, como siempre, se mostró fiel a su compatriota.
Este domingo, Karim Benzema puso fin a su etapa como madridista. Con 35 años y 25 títulos, el francés deja un vacío enorme en el frente de ataque. En teoría, estaba llamado a ser el líder de la próxima temporada. La millonaria oferta saudí, sin embargo, ocasionó un giro de 180 grados que, lamentablemente, aceleró su adiós de LaLiga.
Ruptura evidente con Francia
Mientras que el Real Madrid recordará con cariño a Benzema, la selección francesa prefiere no hablar de él. Primero, por el escándalo que protagonizó con Valbuena. La polémica lo alejó del Mundial de Rusia 2018. Olivier Giroud (33) ocupó su lugar y, acto seguido, terminó enfrentándose con Benzema en diferentes entrevistas. El delantero merengue dijo que era un coche de carreras y que Giroud era un kart. El actual ariete del AC Milan respondió que era un kart con un Mundial.
La más reciente pelea de Benzema con Les Blues fue en noviembre. El ariete culminó con problemas físicos el 2022. Didier Deschamps aseguró que no se encontraba en condiciones para jugar el Mundial. El Madrid, por su parte, desmintió al seleccionador y abrió un nuevo frente de batalla que terminó con la renuncia del jugador a la selección.
Benzema, en resumen, fue un profeta exitoso lejos de su tierra. Ahora, en Arabia Saudí, disfrutará de sus últimos años de carrera en una Liga que posiblemente atraerá a más futbolistas del viejo continente.
Arabia consolida un proyecto y atrapa figuras. LaLiga, por su parte, ve como una nueva estrella se marcha y deja huérfana a un club que ha disfrutado de su fútbol por 11 años.
¡Gracias por tanto Karim! LaLiga y el Real Madrid te echarán de menos.