Contracrónica: Courtois, Mbappé, Endrick y Rüdiger rescatan a un Madrid contra las cuerdas
Volvió la Champions al Santiago Bernabéu en su máximo esplendor. Regresó la angustia, la tensión, el sufrimiento para una edición que promete emociones. El cambio de formato no ha sentado del todo bien en los futbolistas. Los aficionados, desde otra perspectiva, esperan con ansias el desarrollo de la competición futbolera más importante del mundo.
Que regrese la Liga de Campeones a Chamartín es sinónimo de victoria. En otras épocas, ganar era una alegría. Una tranquilidad. En la 2024-2025, al menos en el inicio de la temporada, ganar no supone calma en Valdevebas. Los resultados cortos, las dudas en el ataque -por momentos parece atascado el equipo- y la angustia excesiva en ciertos tramos de los partidos no le sientan bien a un Madrid que no es líder en LaLiga EA Sports y que por poco sufre un varapalo en su debut en Champions.
Las individualidades, básicamente, rescataron a un Madrid incómodo ante el estilo, la suficiencia y la preparación física del Stuttgart. Primero, Courtois. El belga ha demostrado una vez más que es el mejor portero del mundo. Contra el cuadro alemán salvó una...dos...tres y no habían pasado los 40' iniciales. Fue determinante y sostuvo hasta el 68' el arco en cero. Después, Mbappé. Criticado por unos, alabado por otros, el francés sigue facturando goles y puso el 1-0 de los dirigidos por Carlo Ancelotti en el inicio de la segunda parte. Rüdiger, uno de los referentes de la defensa blanca, se encargó de hacer el 2-1 vía aérea y Endrick, en el tiempo añadido, le puso la cereza al pastel con un 3-1 liberador.
A pesar de la irregularidad, el Madrid comenzó su curso en la Champions con una victoria. Iniciar ganando es importante. Libera, resta presión en otros lugares de la tierra que no son Chamartín. En el Santiago Bernabéu, en cambio, ganar y reflejar dudas en el juego en septiembre preocupa, en especial a una afición exigente que se ha acostumbrado a ver a su equipo luchando por títulos año a año.