La incertidumbre se cierne sobre el sevillismo: Diego Alonso sigue...de momento
Todo hace indicar que Diego Alonso (48) se sentará en el banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán este sábado ante el Getafe, en el que será el último partido del año en Nervión. Pero nada se puede dar por hecho en medio de un ambiente turbulento y enrarecido, que viene desde arriba con la guerra civil abierta entre José María Del Nido Benavente y Pepe Castro junto a José María Del Nido Carrasco.
La crisis deportiva no tiene precedentes. Este Sevilla es prácticamente el mismo (sin Bono ni Montiel y con Sergio Ramos y la irrupción de Juanlu) que hace poco más de medio año eliminó a Manchester United y Juventus de la Europa League y conquistó la séptima frente a la Roma tras la tanda de penaltis.
Insultos en el aeropuerto
La hinchada también está inquieta con la deriva del equipo, que en Liga está luchando por la permanencia en vez de por acceder a Europa que es lo que le corresponde por potencial. Incluso, un reducido grupo de aficionados se desplazó al aeropuerto de San Pablo y profirió insultos contra la plantilla y contra Pepe Castro tras la derrota en Lens.
Diego Alonso fue respaldado por el presidente, por Del Nido Carrasco, Víctor Orta y por los jugadores. "No entendería el cese, claro que no. Todo el equipo está con él", aseguraba Nemanja Gudelj a Movistar.
No obstante, a día de hoy, nadie puede predecir el futuro del banquillo sevillista. Seis derrotas y cinco empates en 11 partidos (excluyendo los dos de Copa del Rey) no son un balance que garantice el futuro del uruguayo a medio plazo.
Quedan tres partidos hasta final de año, frente a Getafe, Granada y Atlético de Madrid. Veremos qué sucede y si el charrúa llega hasta el tercero, en caso de no conseguir victorias.
A contracorriente
Aunque no puede servir como excusa, porque hablamos del cuarto presupuesto de La Liga, todos los elementos se han vuelto en contra del Sevilla. Diego Alonso se presentó en Lens con once jugadores de la primera plantilla, ya que contaba con hasta 14 bajas.
Además, las decisiones arbitrales no han ayudado. El penalti señalado a favor del Lens y el gol anulado a Adrià Pedrosa tras golpear accidentalmente en el codo de En Nesyri frente al Mallorca han sido injustos con los hispalenses.
Las sensaciones de juego del Sevilla no son malas, contra el PSV por ejemplo hasta la expulsión de Ocampos se hizo un juego por momentos brillante, pero los resultados están siendo nefastos y muy alejados del mínimo exigible por la entidad.