Dicen que lo difícil no es llegar sino mantenerse. Que se lo expliquen al Girona, con un calendario mucho más cargado este curso al jugar por primera vez la Champions League y tras perder a varias piezas claves como Sávio Moreira, Artem Dovbyk o Aleix García, reclutados por las grandes escuderías; Manchester City, Roma y Bayer Leverkusen respectivamente.
El famoso himno se escuchará por primera vez en Montilivi, un modesto estadio con capacidad para 14.600 personas, más acostumbrado a las categorías inferiores del fútbol español.
Un histórico en horas bajas
Diferente escenario recibió al equipo de Míchel hace dos semanas en su estreno europeo, un Parque de los Príncipes lleno en el arranque del nuevo proyecto del ambicioso PSG. Los visitantes aguantaron hasta el minuto 90 cuando un error del portero argentino Paulo Gazzaniga dio el triunfo a los locales.
El cuadro de Róterdam es una oportunidad de sumar los primeros puntos en la nueva Liga de Campeones -36 equipos en un solo grupo, ocho partidos contra rivales diferentes y solo los ocho primeros clasificados para octavos de manera directa-.
Los neerlandeses debutaron con una contundente derrota (0-4) del Bayer Leverkusen en el estadio De Kuip. En su liga nacional tampoco está brillando, sexto con dos victorias y cuatro empates.
Además, la semana pasada perdió a uno de sus líderes ofensivos, el internacional mexicano Santiago Giménez, que sufre una lesión en un muslo que le deja fuera de juego hasta 2025.
Sin Oriol Romeu
"Buscaremos cómo hacer daño al Feyenoord. La competición no nos permite hacer pruebas, sino pensar en poner el mejor once. No tenemos experiencia en el hecho de jugar cada tres días", señaló el técnico tras empatar a uno en Balaídos. Por otro lado, se mostró preocupado por la lesión de Romeu: "Si tiene para varias semanas nos quedamos cojos".
El medio, de regreso este año como cedido por el Barcelona, donde jugó una temporada, tiene un problema muscular. Frente al Celta también se retiró otro indiscutible, Daley Blind, debido a unas molestias.