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OPINIÓN | Haaland no es Messi ni Cristiano Ronaldo, ni falta que le hace

Miguel Baeza
Haaland celebra su gol contra el Bayern.
Haaland celebra su gol contra el Bayern.AFP
Con un tanto y una asistencia frente al Bayern Múnich, Erling Braut Haaland (22) se convirtió en el primer jugador involucrado directamente en 50 goles de su equipo en la temporada 2022/23. Unos números dignos de los mejores Messi (35) y Cristiano Ronaldo (38) para los que, en la recta final de sus carreras, se buscan sucesores desesperadamente.

Leo Messi y Cristiano nos brindaron actuaciones completamente legendarias en el cénit de su rivalidad. Durante los nueve años que los dos coincidieron en LaLiga española elevaron las estadísticas de goles y asistencias hasta cotas insospechadas. Hicieron que los aficionados fuesen cada fin de semana al estadio sabedores de que iban a vivir algo especial.

Pero todo tiene su fin. CR7 regresó a Inglaterra y la llama del enfrentamiento individual más grande jamás visto en un campo de fútbol se apagó. Eso dejó a la gente huérfana de un cara a cara que les hiciera vibrar como el del argentino y el portugués.

Parecía que habían vuelto a encontrar el relevo en Kylian Mbappé (24) y Erling Haaland, pero el hecho de que jueguen en dos países distintos disipa notablemente las opciones de que compitan por el trono en igualdad de condiciones. 

Aún así, es pronto para asegurar que las dos mayores estrellas emergentes del planeta fútbol vayan a continuar el legado de Cristiano y Messi. Para empezar, son dos hombres con características muy diferentes a los viejos astros y, con la temporada que está cuajando, al noruego no le hace falta mirarse en otro espejo que no sea el suyo.

Poco a poco, sin hacer tanto ruido como su rival francés, el jugador del Manchester City está demostrando ser un jugador con mayor capacidad para generar goles de lo que lo eran Leo y Ronaldo a su edad. Solo hay que ver los números en Champions League, con 34 dianas en sus primeros 26 partidos en la máxima competición continental.

Es por ello que Haaland ha decidido que no necesita comparaciones. Que si las lesiones le respetan, va camino de convertirse en el mejor goleador de todos los tiempos. Su hambre es insaciable. Además, ha añadido a su repertorio las asistencias, como ya demostró contra el Bayern Múnich, lo que puede convertirle en un jugador total.

No le hace falta ser el sucesor de nadie, porque está sembrando su propio legado. Los niños ya quieren ser él y los mayores alucinan con lo que es capaz de hacer con solo 22 años. Sus rivales, simplemente imploran que tenga un mal día para no tener que sufrir el instinto asesino del ex del Borussia Dortmund en sus carnes. Solo hay un Haaland, y es inimitable.