La Conmebol y la Concacaf también se unieron a la condena por estos ataques contra miembros del Team USA, que se complicó sus opciones de clasificar a los cuartos de final con esta derrota marcada por la temprana expulsión de Tim Weah, hijo del legendario exjugador liberiano George Weah.
"US Soccer es consciente y profundamente perturbada por los comentarios racistas vertidos en Internet y dirigidos a varios de nuestros jugadores de la selección", dijo la entidad en un comunicado en el que no dio nombres de los afectados.
"No hay absolutamente ningún lugar en el juego para un comportamiento tan odioso y discriminatorio", subrayó.
Al igual que ocurrió con ataque similares al canadiense Moïse Bombito tras el duelo inaugural ante Argentina, la Concacaf dijo que está trabajando con la FIFA y con la Conmebol para identificar a los responsables de estas cuentas.
Tras el partido, Weah se disculpó públicamente ante sus compañeros y afición por su agresión a Roderick Miller, lo que le valió la expulsión con sólo 16 minutos de juego en el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta.
La derrota pone en serio riesgo de eliminación a la selección anfitriona, que necesitará puntuar en la última jornada frente a la potente Uruguay para tener posibilidades.